Tras una tensa reunión de comisiones, la Cámara de Diputados firmó este martes dictamen de mayoría sobre el proyecto de ley que declara la ley de Educación Sexual Integral (ESI) de «orden público». Con esta iniciativa, se busca garantizar que los contenidos curriculares sean de aplicación obligatoria en todas las escuelas del país y que su enseñanza no quede librada a la voluntad de las provincias.
Esta medida se desprende del debate parlamentario por la legalización del aborto. Tras su rechazo, diputados que votaron a favor y en contra de la interrupción voluntaria del embarazo consensuaron (los últimos con más resistencias) en la necesidad de que el acceso a la educación sexual debe ser un derecho para la totalidad del estudiantado argentino.
Finalmente, el plenario conjunto de las comisiones de Educación y Familia firmó el despacho, que entre otros puntos elimina del texto la posibilidad de que los establecimientos educativos adapten la ESI a «su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros».
La norma propuesta también garantiza que las provincias no desconozcan o contradigan los contenidos de ESI consensuados por el Consejo Federal de Educación y establecidos en el Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Asimismo, prevé incluir en los proyectos institucionales de los establecimientos educativos a la ESI de manera transversal y a través de espacios curriculares específicos.
La tensión escaló en la reunión cuando militantes antiderechos presentes en la sala interrumpieron en varias ocasiones los discursos de diputados que apoyaron la ley de IVE, vociferando a los gritos consignas tales como «a mis hijos los educo yo» o «no a la ideología de género en las escuelas».
En cambio, los legisladores que al votar en contra de la IVE habían esgrimido la necesidad de reforzar programas de salud y educación sexual como prevención para evitar el aborto, mantuvieron la prudencia y estuvieron ajenos a ese tipo de consignas de los fanáticos religiosos.
La diputada radical Carla Carrizo (Evolución) confrontó con esa idea de que «los hijos pertenecen a sus padres». «Los niños no son propiedad de nadie, no son objeto de los adultos, son sujetos de sí mismos. No nos pertenecen», enfatizó, lo que provocó el abucheo de la tribuna celeste.
El presidente de la comisión de Educación, José Luis Riccardo (UCR), informó que el 76 por ciento de los alumnos solicitan recibir ESI en las escuelas, y destacó que esta reforma goza de un «enorme consenso político».
A su turno, la diputada del Frente de Izquierda Romina del Plá apuntó contra el «lobby de sectores clericales oscurantistas» por operar en contra de la reforma de la ESI para impedir su implementación «con carácter laico, científico y respetuoso de la diversidad sexual y de género» en todo el territorio.