“Vinimos para apoyar y acompañar la lucha de Milagro”, dijo Valeria Bento, empleada publica de Salta. “Yo personalmente no la conocía y me interesaba mucho conocerla en persona. Creo que está muy estigmatizada porque la pusieron como un demonio, que es una patotera, una negra que avasalla con todo y yo creo todo lo contrario: que ella sacó al más humilde, lo convenció de que tenía la posibilidad de crecer, que se hacían visibles y con el movimiento que ella creó hizo eso, despertó a toda la gente humilde que siempre estuvo sumisa y callada. Hizo que la gente sienta que puede caminar con la frente en alto, que pueda luchar por más cosas, por trabajo, salud y educación, por cosas que nunca tuvieron y que ahora tienen”.
”Me llevo lo mejor una persona totalmente humilde, sencilla, que acompaña, que conversa, que te explica desde su humildad con una sencillez tremenda su lucha y la lucha de todos sus compañeros y toda la gente que la rodea y la verdad que me llevo la mejor sensación”, dijo.
Adriana Montero, docente de Educación especial contó que viajaron especialmente de Salta para brindar apoyo a Milagro Sala, al trabajo que realizaron las organizaciones sociales durante los últimos 16 años en construcción de viviendas, educación, salud y trabajo.
“Vinimos exclusivamente a demostrarles nuestro apoyo y a hacerles saber que hay muchas personas que por ahí no están visibles pero que tienen el mismo sentimiento de saber que se lucha por los derechos que se ganaron y por la dignificación de cada una de las personas que están acá”, expresó.
Eugenia es trabajadora social y también se acercó para expresar su solidaridad. “Me sorprendí de la cantidad de gente que hay y que no recibe el apoyo gubernamental que con esta actitud destruye todo un trabajo. Son 20.000 familias. Creo que también hay muchas personas en Salta que no pueden venir y expresarlo y la verdad que me sorprendió tanta organización, tantos logros, tanta sensibilidad y tanta solidaridad”