Hoy el presidente de Ecuador Lenín Moreno ratificó una vez más que el suyo es un gobierno diametralmente opuesto al de su predecesor Rafael Correa y que está en las antípodas de la Revolución Ciudadana que alguna vez integró y se propuso liderar. Como si quedaran dudas, Moreno ejecutó una orden que ya venía analizando desde su llegada a la Presidencia: no sólo le quitó el asilo político al fundador de Wikileaks Julian Assange, sino que también le suspendió la nacionalidad que le había concedido a fines de 2017.
Moreno, que se presentó con el apoyo de la Revolución Ciudadana, tras ganar la presidencia aplicó políticas neoliberales y antipopulares que contradijeron no solo su propuesta programática durante la campaña, sino también las decisiones gubernamentales que en el pasado había acompañado desde la Vicepresidencia. ¿Qué otras medidas tomó Moreno para distanciarse del legado de Correa y llevar adelante un gobierno más alineado a las fuerzas conservadoras que a las progresistas que decía representar?
- Acuerdo con el FMI
El 14 de febrero, Día de los Enamorados, Moreno le abrió la puerta al FMI y comenzó las negociaciones para pedir un auxilio económico, mientras los movimientos sociales y los sindicatos reclamaban su renuncia con un paro general por sus “paquetazos económicos”. A los pocos días, el presidente confirmó un acuerdo con distintas entidades financieras por 10.000 millones de dólares en los próximos tres años, de los cuales 4200 millones corresponden al FMI. El monto se suma a otros casi 6.000 millones de dólares que aportarán el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo de Reserva Latinoamericano (FLAR) y el Banco Mundial.
- Reducción del Estado
Moreno eliminó en agosto de 2018 al menos 33 instituciones públicas y achicó también a la mitad los ministerios, que pasaron de ser 40 carteras estatales a 20. Entre las instituciones eliminadas estaba el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Comunicación. Además fusionó el Ministerio de Comercio Exterior con el de Industrias.
- Desintegración regional
En política internacional, Moreno fue uno de los principales responsables de la fractura de la Unasur que abrió el paso a la derechista Prosur. Ecuador fue el segundo país, después de Colombia, en pedir la salida definitiva de la Unasur, pero además reclamó la devolución de la sede del edificio de la Secretaría General que se emplaza en Quito para entregarlo a la Universidad Indígena de su país. También comunicó que retirará del lugar una estatua del ex mandatario argentino Néstor Kirchner. «Dejaremos de participar en todas las actividades de esa organización. No consignaremos ni un solo centavo más, ni un aporte más al presupuesto de la organización», sostuvo Moreno en una cadena de radio y televisión el 13 de marzo.
En ese marco, anunciaba su participación en la primera cumbre del Prosur que se celebró en Chile, creación que celebró por ser un organismo «sin ideologismos ni burocracia». Pese a los esfuerzos iniciales por plantearlo como un foro “sin ideologías”, lo cierto es que al Prosur adhieren inicialmente la mayoría de los gobiernos conservadores de la región, unidos hoy también en sus críticas al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, al que califican de ilegítimo y al que le prohibieron su participación.
- Eliminación de impuestos y flexibilización laboral
Una de las primeras medidas que tomó el presidente fue derogar los impuestos contra los más ricos que tan importantes habían sido para el correismo como parte de la redistribución de recursos: derogó la ley de plusvalía, el impuesto a las sucesiones, el impuesto a las tierras rurales, y ordenó la revisión de consultorías y pagos de horas extras y viáticos en el sector público.
- Paquetazos económicos
Moreno implementó una serie de medidas de ajuste o de “austeridad” en medio de la crisis económica que desataron masivas protestas en su contra. Para justificarlas, alegó que había recibido “un país quebrado, económicamente, con una deuda total de cerca de 60 mil millones de dólares”. La que más descontento generó entre los ecuatorianos fue la suba del precio del combustible. El incremento del precio del galón de las gasolinas dispuesto por el Gobierno obedece a una reducción parcial del subsidio estatal.
- Crisis en Venezuela
A contracara de la cordial relación que había mantenido la Revolución Ciudadana con la Revolución Bolivariana de Venezuela, Moreno reconoció al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó e inclusive lo recibió a principios de marzo en una base de la ciudad de Salinas para expresarle su apoyo. «Estamos en el camino de salir de ese abismo en el que nos había colocado este mal llamado socialismo del siglo XXI», lanzó el mandatario al exhortar a Guaidó a llevar adelante “esta cruzada de transformación profunda que necesita el pueblo venezolano».
- Medidas migratorias
Durante su mandato adoptó tres medidas concretas en relación con la inmigración de venezolanos, cuestionada por el gobierno de Nicolás Maduro, que la consideraró xenófoba y estigmatizadora. Tomando distancia de la amistad entre ambos países, reglamentó la exigencia de un certificado de antecedentes judiciales para ingresar al país, creó brigadas que supervisen la situación laboral de los venezolanos en Ecuador y anunció un censo de extranjeros en el país. El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó al gobierno de Moreno de haber «incitado una persecución fascista contra los venezolanos en Ecuador».