Madres y padres de los alumnos de la escuela Juanita Stevens tomaron el establecimiento para reclamar que se arreglen las aulas. Funcionarios del ministerio se presentaron y dieron detalles de las obras que, según dijeron, ya estaban planificadas. Ahora las madres quieren tener todo por escrito.
De la reunión de esta mañana participaron la coordinadora de Política Socioeducativas, Alejandra Mollón, y profesionales del área de Infraestructura del Ministerio de Educación, además de los directivos de la escuela, supervisores y representantes de los padres.
Mollón relató que en el encuentro se informó sobre la planificación en la que vienen trabajando desde mayo para las obras que se deben realizar en la escuela. “Pudimos transmitir y aclarar cómo se va a hacer la obra para que quede claro para todos y todos llevemos a cabo el trabajo previsto dentro de la planificación del ministerio”, describió la funcionaria.
Una de las madres que participaron de la reunión se mostró relativamente satisfecha, aunque aclaró que esperan que les entreguen un documento firmado con el detalle de cuáles van a ser las obras que se van a realizar. “Vamos a llevar toda la información a todos los papás, de ambos turnos”, adelantó.
“Están llegando las soluciones, sobre todo las más urgentes para que los niños no continúen en esos lugares mínimos, con tanta humedad, con tanto frío, que no estaba acondicionados para ser aulas”, comentó la mujer.
Sobre el diagnóstico del estado de la Juanita Stevens, la ingeniera Miriam Murillo explicó que a partir de una revisión técnica se estableció “una orden de prioridad para intervención de las escuelas”.
Una de esas prioridades, indicó, “es el cambio de cubiertas en escuelas que tienen muchos años”. En el caso de este establecimiento, el cambio se realizará “de manera progresiva, en etapas”, y sobre el final del trabajo se hará “la intervención en los sanitarios”.
Primero van a trabajar sobre las aulas de 4° y 6° grado, lo que va llevar unos 15 días. Los trabajos se van a hacer sin interrumpir las clases, sin que los alumnos que ocupan las aulas que deben repararse serán trasladados a aulas provisorias y a otras dependencias de la escuela, como la biblioteca.
Los papás no estaban de acuerdo con que las reparaciones se hagan con los chicos adentro de la escuela. Sin embargo, Murillo aseguró que “el contratista que va a estar en la obra; es alguien que ya tiene experiencia, que ha realizado la obra de la escuela 261 de Libertador, donde ha trabajado con una zona de obra totalmente cerrada, sin acceso para los niños, con la escuela funcionando y en condiciones”.
Mollón creyó necesario aclarar que “en ningún momento hubo riesgo en el edificio, como se comunicó erróneamente en algunos medios”, y agregó que “acá hay un trabajo programado, por supuesto que hay escuelas con más urgencia y otras con menos, pero donde hay dudas de problemas estructurales y edificios no nos tiembla el pulso para cerrar la escuela, como hicimos en Yacoraite, y trasladar a los chicos; pero este no es el caso”.
El conflicto comenzó el primer día de regreso de las vacaciones de invierno. “Nos dimos con que los chicos de 4° no tenían aula, los retiraron por motivos de seguridad, y a los ocho días fueron los chicos de 6° los que no tuvieron aula, y desde esa fecha ambos grados de ambos turnos deambulan en espacios reducidos, como la biblioteca o la sala de música, que está en el subsuelo”, describió una de las mamás.
La Juanita Stevens es una escuela de más de 100 años de antigüedad. Necesita un cambio total de techo, dicen las madres. Y tienen dudas: “Está por caerse todo. Si tocamos algo, cualquier trabajo que se realice en un aula va a afectar a la otra. No podemos trabajar en el aula de 4° mientras en 5° están dando clase”, advierten, y afirman que “los arreglos no pueden ser solamente internos sino que tienen que ser en general”.
En este sentido, mencionan el cambio de tejas y el arreglo de los baños como problemas centrales. “No podemos tener un uso pleno de las cloacas porque las instalaciones son muy viejas”, describen.