El Gobierno nacional ratificó que intentará eliminar la ley de movilidad jubilatoria votada por el Congreso para reemplazarla por aumentos discrecionales tomados a través de decretos del Poder Ejecutivo.
La confirmación de lo que no fue especificado por el ministro de Economía, Luis Caputo, cuando anunció el paquete de ajustes de bienvenida al gobierno de Javier Milei, la hizo este miércoles el vocero presidencial, Manuel Adorni. «No sé específicamente a qué te referís con el tema de que van a impactar en los ingresos», respondió el vocero ante la consulta de un periodista por las medidas y su impacto en el poder adquisitivo de jubilados y asalariados.
Este martes trascendió que el Ministerio de Economía pretende enviar un proyecto de ley al Congreso que elimine el actual régimen de movilidad jubilatoria, que también actualiza trimestralmente los valores de las asignaciones y planes. De esta manera, el gobierno de Milei comenzaría a hacer lugar a un viejo reclamo del Fondo Monetario Internacional: ajustar el sistema previsional argentino.
La ley de movilidad otorga cuatro aumentos por año contemplando la suma del 50 por ciento del aumento trimestral en la recaudación de Anses y un 50 por ciento por la variación salarial en igual período. En su lugar, se pretende que las actualizaciones queden en manos del Poder Ejecutivo a través de decretos discrecionales.
«Los jubilados van a perder mucho más»
Durante una conferencia de prensa plagada de adjetivaciones y exageraciones, el portavoz confirmó que la administración neoliberal de La Libertad Avanza (LLA) tiene el objetivo “de corregir con algún otro método” el esquema de aumentos trimestrales vigentes a través de la aplicación de la fórmula de movilidad sancionada por ley.
Sin muchas explicaciones y huyendo de las preguntas de los periodistas acreditados en Casa de Gobierno, Adorni sostuvo que la intención del nuevo gobierno no es “dar aumentos discrecionales sino terminar con un esquema jubilatorio que ha transformado a los jubilados en personas con muchas necesidades”.
No obstante, reconoció que ese sector será uno de los más golpeados por las políticas recesivas anunciadas ayer y que se complementarán con otra similares en las próximas semanas: “Se espera que la inflación siga su tendencia incremental, y (si continúa el actual esquema de aumentos) los jubilados van a perder mucho más de lo que venían perdiendo”.
Con esa explicación no fundamentada, ratificó que “la decisión (del nuevo gobierno) es cortar con el esquema perverso” que venía rigiendo, para “corregir con algún otro método” a la política previsional.
Además, calificó a las jubilaciones y pensiones como un sistema “de muy bajo nivel” producto de la “herencia brutal” del gobierno anterior, y agregó que en los últimos años “el sistema jubilatorio ha sido muy precario y venido a menos”.
La terapia intensiva
Las breves explicaciones de Adorni fueron hechas durante una nueva conferencia de prensa caracterizada por las exageraciones y los calificativos. Por ejemplo, dijo que el ajuste se trata de medidas “necesarias e inevitables” para “evitar la catástrofe” de una hiperinflación “mucho más gravosa de lo que fue el del 89/90”.
Además comparó a la Argentina como “un paciente en terapia intensiva a punto de morirse”, y consideró que hay una “macroeconomía despedazada” por “medidas extremadamente populistas” y “un triste historial de pagos” de deuda. “Nos apena tener que tomar medidas por el desastre, irresponsabilidad y desinterés”, agregó.