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El Clan Blaquier tiene historia con las intervenciones al gremio azucarero

Por Miguel López. Luego de conocerse la verdadera intención del grupo económico Ledesma de intervenir la obra social del Personal Azucarero del Ingenio Ledesma (Ospail), que pertenece al Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio Ledesma, el Clan Blaquier tiene una historia de impulso de intervenciones a la organización gremial de los trabajadores.

La primera de las intervenciones de asociaciones sindicales de la que tenemos conocimiento ocurrieron entre el año 1974-1975. Durante estos años previos al comienzo de la dictadura militar (24 de marzo de 1976) como de los operativos represivos conocidos como la Noche del Apagón (20 de julio de 1976),  la patronal aliada al gobierno de Isabel Martínez de Perón y al gobierno del ingeniero Carlos Snopek tumbaron al Sindicato de los Obreros y Empleados de Calilegua SAAIC, que tenía como referente a Donato Garnica, y al Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio Ledesma, dirigido por Meliton Vázquez.

El local del sindicato de Calilegua llegó a ser directamente demolido por máquinas de la empresa Ledesma.

Desde 1974 ya habían empezado los despidos y detenciones de dirigentes sindicales, delegados y activistas obreros. Pero la práctica antisindical y represiva de la empresa Ledesma en comunión con el gobierno y las fuerzas represivas (Policía provincial y Gendarmería nacional) se profundizó después de la intervención de los sindicatos azucareros.

En los operativos represivos del año 1976 en las localidades de Libertador, Calilegua y El Talar se detuvieron a más de 400 personas, en su mayoría obreros, 33 de los cuales todavía siguen en calidad de detenidos desaparecidos. Sin embargo, Carlos Pedro Tadeo Blaquier Estragomou Gillón -presidente del directorio de la empresa Ledesma desde 1970 hasta 2015- y Alberto Lemos -administrador de la empresa Ledesma en la década de 1970-, ambos responsables civiles de estos crímenes contra la clase obrera, todavía gozan de los beneficios de la impunidad, gracias al accionar de la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, la misma que exigió al Tribunal Oral Federal de Jujuy mantener presa a Milagro Sala, quien cumple hoy 534 días detenida.

La última intervención al sindicato azucarero de Ledesma fue en el año 1989. Por aquellos años dirigía el gremio Medina y lo asesoraba Meliton Vázquez, quien en 1985 volvió de su exilio en Bolivia. Luego de esta ofensiva patronal contra la organización obrera tuvo lugar la mayor tanda de despidos que impulsó la empresa. Más de 5000 obreros fueron despedidos entre los años 1989 y 1992. Así fue cómo producto de estas medidas antisindicales y antiobreras, una ola de desocupación cubrió el departamento de Ledesma durante toda la década de 1990.

Las intervenciones del Ministerio de Trabajo al sindicato azucarero durante la década de 1970 como la de 1980 solo favorecieron a la empresa que dirigía Carlos Pedro Tadeo Blaquier Estrogomou Guillón, que entre los años 70 y los 90 incrementó la producción de azúcar en un 60%, la de papel en un 65% y la de alcohol en un 41%.

Hacer un repaso somero de lo que significaron las intervenciones del gobierno al sindicato azucarero en el pasado, y de las consecuencias que generaron cada una de estas intromisiones del Estado en la organización obrera, sirve para que en la actualidad los obreros de fábrica y campo del ingenio Ledesma defiendan su sindicato de todo intento de injerencia estatal en el mismo; ya que es sabido que cuando interviene el Ministerio de Trabajo, más aun cuando depende de gobiernos abiertamente patronales, como el de Macri, es seguro que va obrar en beneficio del empresariado y perjuicio de los trabajadores.

Imponer salarios y descabezar el sindicato

Con este accionar, la patronal demuestra que está dispuesta a poner en riesgo la salud de 11 mil afiliados a la obra social con tal de cumplir con su objetivo: descabezar una organización obrera que cuenta con 3500 afiliados e imponer salarios de hambre a más de 5000 obreros del azúcar.

Partiendo de este objetivo patronal es que el Centro Azucarero Regional de la Nación Argentina (Carna), entidad empresaria que lidera Ledesma, viene proponiendo en las paritarias azucareras igualar para abajo los salarios de todos los azucareros del país; apoyándose en que desde hace más de un lustro la tabla salarial que firma la directiva de la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (Fotia) se encuentra un 15% por debajo de los incrementos salariales conquistados por la lucha de las bases azucareras en Jujuy y Salta.

De imponerse la oferta empresaria del 19% de aumento salarial para toda la actividad, esto significaría para los obreros de Jujuy y Salta un incremento salarial de tan solo un 4%; lo que dejaría por el suelo los salarios de los obreros de Ledesma y de toda la actividad azucarera, cuando los precios están por el cielo y la inflación carcome los bolsillos del pueblo trabajador.

Si los empresarios azucareros, que vienen amasando enormes ganancias -debido a la quita de retenciones al campo y a la exportación, la suba de 2 puntos para el corte de alcohol de caña con naftas y la suba del precio del azúcar a nivel nacional- logran su cometido de igualar para abajo los salarios de los trabajadores del sector, estos verían ensanchar sus márgenes de rentabilidad a niveles exorbitantes.

En el desarrollo y desenlace de las paritarias azucareras se verá si triunfan los trabajadores obteniendo incrementos salariales superiores a los que ofrecen las empresas y cercanos al costo de la canasta familiar, como viene pasando desde hace más de un lustro, o si las patronales logran cambiar la correlación de fuerzas e imponer su plan de salarios de hambre y sindicatos intervenidos por el Estado.

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