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El Comité de Víctimas de Milagro Sala envió una carta «de desánimo» al Papa Francisco

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El Comité de Victimas de Milagro Sala manifestó su desagrado por la carta enviada por el Papa Francisco el 5 de mayo y recibida por la dirigente social, el pasado 23 de mayo. Ante esa situación, el Comité también remitió una carta al Sumo Póntifice, donde expresan su enojo, cuando el jefe de la iglesia católica reslata: «Me he informado de algunas cosas y comprendo su dolor y su sufrimiento».

La carta al Papa, fue firmada por Soledad Mendoza, Víctor Mendoza, Ivana Velázquez, María del Carmen González, Rosa Fernández, Rosalía Reyes, Martín Flores, Elisa Moya, entre otros.

La carta:

Su Santidad

Tenemos el atrevimiento de dirigirnos a usted para expresarle nuestro más profundo desconcierto y desánimo. Comprendemos que como Cabeza de la Santísima Iglesia, tiene usted la obligación de seguir el ejemplo de Jesús y extender su misericordia a todos los pecadores, incluso a los más impenitentes y viles. De hecho, comprendemos que son ellos quienes más necesitan de su ayuda para encontrar el camino hacia la luz del Señor.

Sin embargo, su carta del 5 de mayo a la Sra Milagro Sala nos ha llenado de congoja. Tenemos la sensación de que usted, como tantos otros en nuestro país y en el exterior, está al tanto de los acontecimientos de manera sesgada y que la información que le han hecho llegar es deliberadamente incompleta. Hay intereses muy alejados de la doctrina cristiana de la honestidad y la rectitud que protegen a la Sra. Sala y pretenden acallarnos.

Por mucho tiempo, se nos ha ignorado y cuando intentamos alzar nuestras voces para contar nuestras historias, se nos ha negado la posibilidad de hacerlo. Nos lastima sinceramente pensar que haya ocurrido lo mismo en esta ocasión.

Si usted nos lo permite, quisiéramos informarle de nuestras tribulaciones, del miedo y la angustia que la Sra Sala nos ha hecho pasar y de por qué confiamos en que la justicia terrenal le aplique el castigo que corresponde según las leyes.

No le pedimos, ni podemos pedirle, que deje usted de ofrecer apoyo espiritual a quién se lo solicite y a quién usted crea que está necesitado de él. Simplemente le solicitamos que tenga en cuenta nuestro dolor en sus oraciones y que ruegue que a nosotros también se nos conceda una solución pronta y justa.

Nosotros rogaremos a Dios que lo bendiga e ilumine su criterio. Cordialmente.

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