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Roberto Rodríguez, el contador que firmó el estudio sobre el costo del servicio de transporte urbano de pasajeros de San Salvador de Jujuy, aclaró que es “autor y único responsable del estudio”, del que aseguró es «personal y no institucional».
“En primer lugar, dejo expresa constancia que el trabajo surge en el marco del Convenio celebrado por la Municipalidad capitalina y la Facultad de Ciencias Económicas de la UNJu, quien me encomendó la realización del mismo, como profesor titular (R) de Costos I y Costos II. Por lo tanto, las opiniones vertidas en este trabajo son de carácter personal y no institucional (ni siquiera es una opinión de la cátedra, la cual está integrada por cuatro personas y ninguna de ellas firma el trabajo)», expresó Rodríguez.
Más adelante, señala que “es un trabajo técnico, sustentado en una metodología (en este caso la recomendada por la Secretaría de Transporte de la Nación, con las adecuaciones al medio) en pautas físicas (rendimientos) y monetarias (precios a una fecha de corte); en informaciones estadísticas (algunas disponibles de trabajos anteriores, otros aportadas por las empresas y algunas tomadas de la Secretaría de Transporte de la Nación, ante su inexistencia en la Municipalidad) y en criterios técnicos propios (avalados por casi 44 años de docente en la materia)».
Explica que esta metodología se viene aplicando en Jujuy desde el año 2005, «inclusive cuando se demostró en el mes de diciembre del 2012, ante el Ministerio del Interior y Transporte de la Nación, que si se eliminaban los subsidios nacionales la tarifa para la ciudad de San Salvador de Jujuy sería imposible de pagar». Y pregunta: «Nunca fue cuestionada. ¿Ahora sí?»
“Los integrantes del Concejo Deliberante deberían saber (o al menos conocer), que un trabajo técnico sirve, únicamente, para ayudar a la toma de decisión de quienes deben decidir. Nunca puede ser vinculante, por cuanto: a) contiene criterios técnicos propios de quien elabora el informe; b) están ausentes pautas de carácter sociales; c) surgen alternativas, todas ellas viables, que no pueden estar en el firmante la elección de alguna de ellas, sino en quienes tienen que decidir”.
“Existen algunos integrantes del Concejo Deliberante que criticaron el trabajo presentado. Cuestionan y cuestionarán cualquier incremento que surja del kilómetro, que provocará un aumento en el precio del boleto. Por principios políticos, me parece lógico y respetable y se deben respetar. Lo que no es válido es utilizar cualquier medio o método para rechazar lo que no están de acuerdo».
«Tengo la certeza de que mi intervención fue totalmente objetiva y de acuerdo a pautas generales aceptadas, con aplicación, en exceso, del principio de prudencia. Desprestigiarme injustamente y sin fundamentos, es mancillar la imagen de la institución a la que pertenezco; contar a medias, por desconocimiento, mala información y/o mala intención, una película del año 1998, no es de buena persona (en el día de hoy estoy iniciando las acciones legales correspondientes); escudarse en un informe técnico no vinculante para no poner todo lo que hay poner para decir, es engañar a la ciudadanía».
«¿Desean un boleto a 2 pesos, a 3 pesos, y/o gratuito? ¿Por qué no lo proponen? Hay alternativas para ello y todos ellas válidas desde el punto de vista político».
Por último, el contador Rodríguez señala: «Como siempre lo expresé: estoy dispuesto a exponer mis trabajos y a debatir para defender mis criterios en el marco del respeto mutuo, pero para ello se debe, necesariamente, que aquellos que no están de acuerdo, presenten algunas alternativas donde expresen sus ideas y criterios”.
