Lozano dijo que para resolver el problema es necesario conciliar ese derecho a trabajar con «el derecho que tienen los vecinos de la ciudad de transitar sin obstáculos por las veredas o de los propietarios frentistas que no quieren vendedores en la puerta de su casa con el derecho de los comerciantes a no tener una competencia desleal”.
El ex edil capitalino afirmó: «El espacio público de la ciudad no es un ámbito en el que se pueda realizar cualquier actividad, por el contrario, debe ser un espacio dedicado a las necesidades de la comunidad toda”.
En ese sentido, aseguró que el tema del espacio público y el ordenamiento de los vendedores ambulantes es una asignatura pendiente de la gestión radical en el municipio de la Capital: “Lo único que se ordenó fue media cuadra en la calle Dorrego y se abandonó por completo la intención de regularizar la venta informal, y hoy podemos ver cómo en distintos puntos del microcentro de la ciudad la situación se ve agravada por la proliferación de vendedores ambulantes”, señaló el candidato.
Para Lozano, la situación del comercio informal se ve desbordada por la gran cantidad de permisos precarios que se entregan a diario. “Hasta el día de hoy se siguen entregando permisos precarios de venta ambulante, haciendo de ello un manoseo electoral de quienes trabajan de esa manera, además de contribuir al caos y desorden que reina en la ciudad», describió, y propuso: «No se trata de erradicarlos sino de ordenarlos, logrando que el despliegue de los mismos se realice únicamente en lugares que la municipalidad habilite para tal modalidad laboral”.
La propuesta consiste, en primer lugar, no conceder más autorizaciones, realizar un censo de los que ya vienen trabajando y reubicarlos. «Lo que hay que consensuar es un ordenamiento con la instalación de boxes o puestos uniformes y que su despliegue solo se produzca en los lugares habilitados por la Municipalidad», detalló.
Por otra parte, Lozano también propone la implementación de una adecuada política de planificación y que con asistencia de programas de fomento a los microemprendimientos se vaya logrando, paulatinamente, la conversión de los mismos hacia el comercio formal.