El Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) anunció formalmente su adhesión al paro general decretado por la CGT para el próximo 29 de mayo, pero lo hará participando ese día de ollas populares y sumándose a la conmemoración del 50° aniversario de la movilización popular, gremial y estudiantil que se conoció como el Cordobazo. El FSMN reclamó también, en el marco de la conflictividad interna que mantiene con la conducción de la CGT, el llamado a un plenario de regionales y la realización de un Comité Central Confederal.
Los referentes del Frente Sindical se reunieron en la sede de la biblioteca que posee el sindicato de Camioneros. En ese espacio se determinó adherir al paro de la CGT pero de inmediato le reclamaron al secretariado general de la central obrera que convoque a un plenario de regionales y del Comité Central. La intención de este sector es que a partir de estos espacios de deliberación que tiene la organización sindical se «adopten las medidas que permitan continuar el plan de acción ya en marcha y determinar las decisiones estratégicas».
El FSMN entiende que la protesta sindical contra el modelo económico no se debe agotar en el paro del 29 como parece que aspira la CGT. En la central obrera consideran que luego de la huelga que se realizará comenzará la disputa electoral y, por lo tanto, creen que la conflictivada sindical en cuanto a CGT se refiere pasa a un segundo plano.
Luego del debate interno, el FSMN emitió un documento donde rechazan la participación de la CGT «en el supuesto diálogo de los 10 puntos de consenso propuesto por el gobierno, porque el único objetivo es proseguir la aplicación de la política económica que hay que modificar» y exigió «el cese de la persecución a los dirigentes del movimiento nacional y popular, en particular a quienes fueron denunciados por adherir al paro del 30 de abril» último.
«Es llamativo sobre el particular el silencio del consejo directivo de la CGT, porque esa convocatoria fue realizada en ejercicio de derechos constitucionales», puntualizó el sector. En rigor, el documento entiende que el allanamiento que sufrió la sede de Camioneros fue una respuesta del Gobierno al paro del 30A. Ese día, varios dirigentes de la CGT se solidarizaron con los Moyano y, sobre todo, sirvió para aquellos dirigentes que pugnaban tibiamente por un paro tomaran impulso para proponer la medida de fuerza.
Incluso Carlos Acuña llamó a Moyano padre no solo para expresarle su respaldo por el momento que vivía sino para confirmarle que la CGT iba a realizar un paro en repudio a esta situación. El documento con el que se anunció el paro de la CGT no hizo referencia a la persecución que sufre el gremio de Camioneros.
Los dirigentes del Frente Sindical también aseguraron que la política económica del gobierno lo único que garantiza es la «progresividad de la miseria» en la población destruyendo lo que definieron como el «entramado productivo». Por otra parte, reafirmaron que la huelga del 29 será «la consecuencia del paro del 30 de abril del FSMN y otros sectores» y criticaron que la protesta no fuese consultada al CCC y a las delegaciones regionales.
En rigor, la conducción de la CGT sostiene que no era necesario la convocatoria de un nuevo Comité Central porque en el último que se realizó el año pasado, donde participó un sector de los gremios que integran el Frente Sindical, se votó la autorización para que el consejo directivo tomara decisión respecto a medidas de acción directa.
«Ese plenario y ese Confederal no solo deben decidir sobre la coyuntura sino respecto de las condiciones y propuestas para un pacto o acuerdo socio-político, al que habrá de acudir el gobierno próximo ante la crítica realidad que sufren los argentinos», aseguraron en su documento los gremios del FSMN.
Con Página/12