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El gobierno colombiano pide definir con realismo el plebiscito para la paz

Los negociadores del Gobierno de Colombia abogaron hoy por definir con realismo el plebiscito para la paz que se estudia en el Congreso, y aseguraron que ese trámite no significa dejar de buscar un acuerdo con las FARC sobre el mecanismo de refrendación.

Al tiempo que hoy se conoció que el 52 por ciento de la sociedad confía en que ambas partes lograrán un pronto acuerdo de paz.

En una declaración ante los medios en La Habana, el jefe de la delegación de paz del gobierno, Humberto de la Calle, dijo que la puesta en marcha de un mecanismo de refrendación de los acuerdos con la guerrilla es un «compromiso firme» y consideró que la idea surgida en el Congreso de crear un plebiscito para la paz tiene ventajas.

Sin embargo, la actual legislación sobre la figura del plebiscito exige un umbral de votos «desmesurado» para que sea válido y «no es realista exigir una mayoría de todo el censo electoral», ya que nunca se ha alcanzado. «En la historia de Colombia no ha sido posible llegar casi a los 17 millones de votos que se requeriría, según la legislación actual», dijo De la Calle.

Por ello, considera que «es un acto de realismo ajustar el umbral necesario para la validez de la decisión» pero «salvaguardando» la legitimidad y seriedad de la consulta. «Esperamos que el congreso en su buen juicio tenga en cuenta que un umbral adecuado no puede ser demasiado blando, demasiado bajo», agregó.

El jefe de los negociadores del presidente Juan Manuel Santos se mostró convencido de que el Congreso colombiano «no aprobará un plebiscito ‘light'».

Por otra parte, insistió en que el Congreso está estudiando ya esa fórmula con el objetivo de «preparar a tiempo» los instrumentos necesarios para la refrendación, dado que la cronología de las negociaciones es «apretada» por el plazo que se fijó para cerrar el acuerdo de paz, el cual expiraría el 23 de marzo de 2016.

«La aprobación del plebiscito es un acto de buena fe para facilitar las decisiones pero no significa que no seamos conscientes de la necesidad de llegar a un acuerdo con las FARC, sobre el mecanismo para refrendar la paz», agregó.

El lunes los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) expresaron su rechazo al plebiscito para refrendar el acuerdo de paz que se impulsa en el Congreso a propuesta del gobierno por considerarla una «iniciativa extraña y exótica» y que no se ha consensuado en la mesa de conversaciones.

Aunque la guerrilla admite que el plebiscito es uno de los mecanismos para la participación del pueblo en ejercicio de su soberanía, lo consideran un «instrumento que simplemente se limita a aceptar o rechazar una política oficial», con un alcance jurídico insuficiente.

Precisamente, De la Calle defendió hoy que una de las ventajas del plebiscito es que permite «un sí o un no, una aprobación o desaprobación» total e integral sobre el acuerdo.

«Dada la complejidad de lo que se está acordando, es imposible exigirle a la ciudadanía que responda un largo cuestionario de decenas de preguntas. Además, como se trata de refrendar un Acuerdo con las FARC, no es lógico que terminen siendo negadas algunas preguntas que pueden ser esenciales para la vigencia del Acuerdo como un todo», precisó el negociador gubernamental.

Por otro lado, una explosiva propuesta hizo hoy el copresidente de la Alianza Verde, el concejal Antonio Sanguino, sobre el proceso de paz. El líder político de Bogotá en carta enviada al presidente Santos planteó la posibilidad crear una circunscripción especial de paz. La intención, según Sanguino, es facilitar el tránsito a la vida civil y política de las guerrillas comprometidas en el actual proceso de paz.

El concejal propuso 40 nuevas bancas en el Congreso: 15 en Senado y 25 en la Cámara de Representantes (Diputados). Además solicitó la creación de dos nuevas bancas en cada una de las Asambleas Departamentales exceptuando el departamento de San Andrés y dos bancas en los concejos en los 200 municipios con presencia histórica de las guerrillas.

Por otro lado, el 52 por ciento de los colombianos confía en que el gobierno y las FARC lograrán un rápido acuerdo de paz que ponga fin al conflicto armado pero un importante segmento de la población se declaró contrario a la gestión de Santos, especialmente en economía y salud, según un sondeo divulgado hoy.

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