Empleados privados o estatales mayores de 60 años, embarazadas, trabajadores con diferentes afecciones de salud y quienes deban cuidar a hijos menores por la suspensión de clases estarán dispensados de concurrir a sus puestos de trabajo. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, aclaró que esa ausencia no debe afectar sus retribuciones.
En una conferencia de prensa, Moroni y la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani, anunciaron una serie de medidas ante el avance del coronavirus.
Los trabajadores del sector público y privado que están considerados en mayor riesgo frente a la pandemia de coronavirus quedarán «liberados de tener que asistir a su lugar de trabajo», aunque «deben fijar las condiciones con su empleador para poder hacerlo».
«El objetivo es que no vayan al lugar de trabajo, recomendamos a los empleadores privados que adopten las medidas para disminuir la concurrencia de empleados», afirmó Moroni.
«Para el derecho a la remuneración hay goce íntegro”, afirmó el ministro e instó a que en los casos en que el trabajo pueda ser realizado a distancia, así sea. También informó que los padres que tienen que quedarse a cuidar a sus hijos por la suspensión de las clases tienen «una ausencia justificada”.
Moroni pidió «disminuir la presencia de trabajadores y trabajadoras a aquellos indispensables para que un establecimiento funcione”.
Castellani, en tanto, explicó que para el sector público nacional se amplía la no asistencia al lugar de trabajo a todas las personas comprendidas en grupos de riesgo, embarazadas y personas mayores de 60 años. Además informó de una licencia para cuidado de los hijos menores durante los 14 días en los que están cerradas las escuelas.
La funcionaria instó a provincias y municipios a que los empleados estatales utilicen la modalidad de trabajo a distinacia como medida para evitar la propagación del coronavirus, a excepción de aquellas «servicios que las autoridades consideren esenciales».