Por esas cosas del destino, el último triunfo de local, por 3 a 0, frente a Douglas Haig, dejó muchas dudas, que se confirmaron y acentuaron en las dos fechas siguientes, donde ambas derrotas calaron hondo en el plantel.
En los partidos ante Boca Unidos, en Corrientes, e Instituto, en el 23 de Agosto, Gimnasia jugó mal y perdió intensidad para presionar; a los delanteros se los vio solos, deambulando por el campo de juego; faltó marca en el medio campo, y la defensa fue endeble. Como si todo esto fuera poco, llamó la atención el bajón futbolístico del capitán Héctor Desvaux y la debilidad defensiva de Diego López, que es una cosa atacando y otra defendiendo.
Como punto a favor, destacó la cantidad de ocasiones de gol ante la Gloria, cuatro tiros en los palos, un mano a mano desperdiciado, dos goles salvado sobre la línea y un gol mal anulado por el árbitro Mauro Gianini, que dejó mucho que desear y se dejó dirigir el partido por el arquero de Instituto, Rodrigo Barucco.
Otro punto que produjo cambio de esquema y desarmó al equipo jujeño fue la lesión de Gabriel Martinena, el mejor jugador del Torneo, que no fue un simple cambio, fue mucho más y el dibujo de 4-4-2 con dos centros delantero, no anduvo y el técnico Mario Sciacqua, admitió que fue un error suyo.
Por otra parte, hubo jugadores que también bajaron su nivel y eso se sintió y mucho, como por ejemplo, Raúl Poclaba que es el motor del equipo, viene perdiendo marca y lo peor, falla en los pases cortos y largos, que es su especialidad y para eso, el volante tendrá que trabajar mucho en la semana.
El próximo lunes, los jugadores junto con el cuerpo técnico, regresan a los entrenamientos, con el único objetivo de volver al triunfo, frente al Torito de Mataderos, el sábado venidero, desde las 15.30 horas, por ahora sin TV.