La vocera del Movimiento Al Socialismo (MAS), Marianela Paco, denunció que está en curso un «segundo golpe a la democracia» debido a la «ausencia total de transparencia» en el sistema de conteo rápido de votos desarrollado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El presidente del TSE, Salvador Romero, afirmó este lunes que el nuevo sistema de cómputo que debutará en las elecciones del próximo domingo 18 de octubre no incluirá las fotos de las actas electorales. Esto implica que la población y los medios de comunicación no podrán corroborar las actas de forma simultánea, a medida que se vayan cargando los votos.
El MAS también cuestionó el retorno de los mismos observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) que participaron de las elecciones de octubre del año pasado, en las que el recuento de votos era liderado por Evo Morales, actualmente asilado en Argentina. Dichos comicios fueron cancelados por un supuesto fraude denunciado por la OEA que al día de hoy no fue comprobado.
A su vez, el partido que lleva como candidato al economista Luis Arce denunció que quienes «le han dado el golpe a la democracia, hoy en día quieren custodiar las actas», en referencia al acuerdo que el TSE firmó con las fuerzas armadas y la policía nacional, manteniendo los detalles en reserva.
«La falta de transparencia y la falta de certeza nos dicen que son indicios de que está en curso otro fraude, otro sabotaje de retorno a la democracia en el país», expresó Paco en contacto con la prensa de La Paz.
«A la fecha el TSE no le ha mostrado al pueblo boliviano si el sistema de conteo rápido tiene certificación internacional como la que tenía el sistema de conteo del año pasado, no ha mostrado cuáles son las diferencias que han mejorado este sistema de conteo a diferencia del año pasado, si se muestran los resultados por actas y con las fotografías. No nos han demostrado cómo va a funcionar ese sistema. Por tanto, ahí no hay transparencia», denunció la exministra de Comunicación del gobierno de Evo Morales.
«Los que han mandado a quemar las actas y los tribunales electorales nuevamente quieren custodiar nuestros votos, entonces la población está desguarnecida», expresó Paco. Anticipó que se vendrán en el país una serie de violaciones a los derechos universales, tales como el derecho a la organización y a la protesta, luego de que Romero al frente del TSE declarara «como nunca antes en la historia democrática boliviana, un estado de excepción de seis días antes y después del proceso electoral».
Otro caso que, a juicio del MAS, empaña la posibilidad de un proceso electoral limpio y transparente es que el TSE no dio a conocer la lista de observadores internacionales, en especial los que pertenecen a la OEA.
«Nosotros conocemos que los veedores de la OEA son los mismos del año pasado, y ello es una afrenta al pueblo boliviano», aseguró Paco. La vocera del MAS alertó de esta situación a la comunidad internacional para que se pronuncie y evite que estas personas vuelvan a Bolivia porque fueron ellos «los responsables de que se haya arrebatado la democracia, la paz, la estabilidad y el desarrollo del país».
En un clima de creciente tensión rumbo a los comicios del 18 de octubre, la última encuesta difundida el domingo por la noche confirma la tendencia de los sondeos previos. El estudio realizado por la empresa Ciesmori muestra al candidato del MAS, Luis Arce, con un 42,2 por ciento de los votos válidos, y a Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana con un 33,1 por ciento de intención de voto.
De esta forma, el exministro de Economía de Evo Morales quedaría a apenas un punto de evitar la segunda vuelta, ya que para hacerlo necesita superar el 40 por ciento de los votos y superar por diez puntos al segundo candidato más votado. Otro dato a destacar es que la encuesta de Ciesmori no incluye al voto rural ni al voto en el exterior. Ambos favorecen por amplia mayoría al MAS.
Todos los sondeos presentados hasta el momento incluyeron al expresidente Jorge «Tuto» Quiroga, que el domingo por la tarde renunció a su candidatura luego de reconocer que no tiene la posibilidad de llegar a la presidencia y ante la posibilidad de que el MAS gane en primera vuelta. Quiroga (2001 y 2002), que en las encuestas oscilaba en torno al dos por ciento de los votos, siguió así los pasos de la presidenta de facto, Jeanine Áñez, quien abandonó su candidatura en septiembre para evitar la dispersión del voto contrario al masismo.
Unos 7.332.925 bolivianos están habilitados para votar el próximo 18 de octubre en las elecciones generales en las que se elegirá al presidente, al vicepresidente y a los miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional para los próximos cinco años. Una hora más de votación en turnos de mañana y tarde para evitar aglomeraciones de votantes, que deberán respetar el distanciamiento en las filas y llevar barbijos, son algunas de las medidas dispuestas por el TSE para evitar contagios de coronavirus.