Por Alberto Sarlo*. A menos de 24 horas del fallecimiento de 23 pibes pobres por consumo de cocaína envenenada, la Policía Bonaerense detuvo a 10 supuestos narcotraficantes y al supuesto Jefe Narco Joaquín «El Paisa» Aquino. El Paisa estaba prófugo de la justicia hace un año y medio, pero una vez consumada la masacre sanitaria, el prófugo imposible de apresar apareció ante las narices de la bonaerense en cuestión de horas…
Todos los que hacemos territorio, todos los que conocemos pibes rotos o pibes que zafaron por un pelo de quedar rotos, todos los que militamos los derechos humanos en centros de tortura, todos los que pateamos un poquito la villa, SABEMOS Y TENEMOS MUY CLARO QUE EL PAISA ES UN PEREJIL.
No estoy diciendo que el Paisa sea un santo o que sea inocente, no se confundan, estoy diciendo que la receta de manipular los medios de comunicación para calmar los miedos del hombre blanco, es una estrategia no solo racista, sino que es funcional a los verdaderos narcotraficantes. El nivel de desinformación de la prensa blanca y la hipocresía criminal de funcionarios ministeriales y judiciales es aberrante.
NO ES LO MISMO UN JEFE NARCO QUE UN TRANSA. NO ES LO MISMO NARCOTRÁFICO QUE NARCOMENUDEO. En 12 años pateando cárceles NUNCA ME CRUCE UN SOLO NARCOTRAFICANTE. A los centros de totura no mandan narcos. A los centros de tortura mandan a las mulas, los transitas o los pibes de los mandados.
Por favor hablen con los familiares de las villas, hablen con las Madres contra el Paco, hablen con las mujeres que día a día se enfrentan cara a cara con los narcos en serio y déjense de joder. El circo que están haciendo con una detención inmediata y mediática no se la cree nadie. MURIERON 23 PIBXS, NO HAGAN POLÍTICA CON SU MEMORIA.
Encima siguen fomentando el racismo y el pánico colectivo de una sociedad ya de por si muy racista. La exposición mediática del supuesto narco fue imponente y abrumadora. Fotografiaron la detención del Paisa como la gilada necesitaba que sea presentada: Primer plano de un hombre negro, con tatuajes, pelo cortado a lo tumbero. Es el mismo dispositivo que utiliza el cine y los medios para describir y estigmatizar a las víctimas de los centros de tortura.
Al Paisa lo presentan como alguien radicalmente ajeno, algo monstruoso, un narco disfrazado de narco, tatuado, rostro estereotipado del habitante del conurbano, un marrón villero bien jodido como les gusta a los que ven la serie «El marginal’… Esta visión del villero como un Frankenstein del siglo XXI ha sido fomentada por el discurso oficial, por los caretas productores de series televisivas racistas, por periodistas mediocres y por el sentido común de nuestra sociedad.
Hablemos claro: el narcotráfico fundamentalmente necesita Bancos y Financieras para lavar toda la guita que juntan. El narcotráfico fundamentalmente necesita de comisarios, fiscales y jueces que los cubran para juntar toda la merca que venden. El narcotráfico fundamentalmente necesita invertir en campañas políticas con guita que entrega gente blanca de traje y corbata y que reciben operadores políticos blancos con traje y corbata.
Como expuse en mi anterior posteo: Todos los detenidos son villeros, marginados, negros, marrones, nadies, Ningún detenido es un hombre blanco, ningún detenido es un financista, ningún detenido es un empresario inmobiliario lavador el dinero, ningún detenido es comisario, ningún detenido es gerente de un banco, ningún detenido vive en Puerto Madero ni en Nordelta.
La sociedad mira para otro lado ante lo evidente. La sociedad necesita llenar las cárceles de mulas, soldaditos y perejiles. La sociedad necesita calmar su pánico colectivo hacia el perfecto enemigo de nuestra era: el negro villero.
* Abogado. Fundador de la Editorial Cuenteros, Verseros y Poetas, que desde mayo de 2010 funciona en el Pabellón N°4 U. 23 de Florencio Varela. Realiza tarea de alfabetización y edita libros infantiles de filosofía y de las torturas en las cárceles. www.cuenterosyverseros.com.ar