El padre de Romina Aramayo confía en que la detención del comisario permitirá esclarecer la muerte de su hija

Tras conocerse la detención de un policía acusado de encubrir el crimen de Romina Aramayo, el padre de la joven asesinada en 2014 renueva la esperanza en que finalmente se encuentre a los responsables directos. «Es la punta del ovillo, él sabía todo, era un coimero que conocía el lugar», dijo en diálogo con El Submarino Radio (91.5), en referencia al boliche donde trabajaba su hija, y relacionó el avance en la investigación con el cambio de fiscal a cargo.

«Esperábamos esta noticia, se palpaba. La recibimos con lágrimas en los ojos; no había alegría ni nada de eso, pero sentimos que se está empezando a hacer justicia», afirmó Juan Aramayo, y recordó que nunca dejó de moverse, desde aquel abril de 2014 cuando Romina fue encontrada sin vida en la zona del dique Los Molinos, luego de haber estado desaparecida por más de una semana.

El padre de la joven siempre apuntó a la conexión policial con los dueños del cabaret ubicado en el barrio de Alto Comedero, y se enfrentó con el primer fiscal de la causa, Carlos Farfán, quien se negaba avanzar en la investigación de los uniformados. «Nosotros no nos quedamos quietos, anduvimos por toda la provincia, por Tucumán, por Buenos Aires, ante las negativas del fiscal y las objeciones que ponía en la investigación», repasó Aramayo. En noviembre de 2016 Farfán fue apartado y reemplazado por Aldo Lozano.

«Para mí este policía es la unión de una cadena», analizó el hombre, y recordó que Gabriel Osvaldo Zapana, quien prestaba servicio como jefe de una comisaría en Alto Comedero, tenía vínculos con el dueño del bar: «Él es quien hacía los carnet, habilitaba a las chicas, truchaba, hacía lo que quería. Yo siempre le dije al fiscal Farfán que este era un tipo corrupto, pero siempre hizo caso omiso. Le llevábamos pruebas. Una vez le llevamos a un testigo, hasta el punto que le dijimos que ese muchacho debía estar preso -relató-. La policía lo lleva a declarar, pero previamente lo amenazan, en la misma Penitenciaría, de que le iban a meter otra causa. ‘Vas a salir dentro de 50 años’, le dijeron, y este muchacho bajó la cabeza y empezó a desmentir todo».

-¿Cree que este policía puede dar información para dar con el responsable directo de la muerte de Romina?

-Para mí es la punta del ovillo. Él sabe bien de quién era el lugar y quiénes lo frecuentaban, porque era un coimero. Él tiene que saber todo. ¿Por qué esconde el crimen? No va a esconder a un perejil. Le preguntamos al fiscal: ¿por qué no quería que se investigue a la policía? ¿A quién cubría?

-¿El cambio de fiscal fue clave para este avance?

-Sí. Por suerte a raíz de la investigación del nuevo fiscal, creo que se están haciendo las cosas como corresponde. Se investiga donde siempre tendrían que haber investigado. Desde que desplazaron a Farfán hay otras expectativas. Finalmente ha empezado la verdadera investigación, cuando por cuatro años todos estuvieron encubiertos, no solo por Farfán sino que también me atrevo a decir por altos funcionarios del Ejecutivo y policiales, porque a esos lugares va gente de poder.

-¿Va a seguir luchando?

-Yo le prometí a mi hija que voy a seguir hasta el final, como sea, con lluvia, viento, con mi enfermedad encima, voy a seguir. Solamente muerto voy a seguir buscando justicia por mi hija.