El Registro Civil de Jujuy por primera vez rectificó una partida de nacimiento para cambiar la identidad de género de un niño trans de 11 años, que ahora tramita su nuevo DNI. A pesar de que existe una legislación que prevé estas situaciones, no fue sencillo. En el camino, tuvo que tolerar el cuestionamiento hacia él mismo y hacia su madre y su padre, y debió cambiarse de escuela. Sin embargo, su convicción y la madurez con que la defendió, además del acompañamiento de su familia, fueron fundamentales para que lograra que se reconocieran su derechos.
El cambio de identidad se logró con el acompañamiento del área y la Clínica Jurídica de Niñez y Adolescencia de Abogados y Abogadas del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes), y constituye el primer caso en que la provincia avanza en el reconocimiento de la identidad autopercibida de un niño.
«Es para celebrar que el Registro Civil de la provincia haya dado una respuesta positiva en este caso», consideró en diálogo con El Submarino Radio (91.5) Natacha Freijó, coordinadora de la línea de Defensa y Litigio Estratégico de Andhes Jujuy. La abogada recordó que desde 2012 está vigente la Ley 26.743, que consagra el derecho a la identidad de género, «en particular el derecho a ser identificado del modo autopercibido en todos los documentos que acrediten identidad».
La rectificación del género en la partida de nacimiento es el primer paso. Ahora debe tramitar el nuevo DNI, con su nueva imagen. Después, cambiar los registros de todas las instituciones que tengan sus datos.
El niño que ahora posee el documento acorde a su propia identidad de género llegó a este punto con el apoyo incondicional de su familia. Para Freijó, este es un aspecto fundamental para que el proceso se lleve adelante. De hecho, la propia ley plantea tres requisitos básicos: el acompañamiento de los dos progenitores, la conformidad del niño, expresada de acuerdo al desarrollo de su capacidad progresiva, y el patrocinio de un abogado. «La familia ha estado a la par, ha estado en las intervenciones psicológicas, siempre se ha preocupado en que se hicieran efectivos sus derechos», relató la abogada, y remarcó que cuando los niños trans no están acompañados por sus padres, «se crea represión, no se habla del tema y genera angustia y dolor».
A pesar del acompañamiento de su familia, el trayecto de vida de este niño no ha sido sencillo. Fue su madre quien se acercó a Andhes para plantear la situación. «Sus padres son muy valientes», calificó Freijó. A partir de aquella primera consulta, la organización les brindó una intervención integral, que comprendió una tarea no solo en el aspecto jurídico sino también en lo psicológico y con la comunidad.
«Fue un largo proceso, que finalmente culminó con la rectificación registral. Es un gran paso -agregó-. Hoy hay un niño libre, feliz, y Jujuy ha avanzado un poco en cuestión de derechos. Pero esto recién empieza, faltan muchas cosas por hacer».
-¿Qué falta?
-Falta capacitación en estos temas. Hay mucha ignorancia por parte de operadores administrativos y judiciales. No ha sido un trámite sin conflictos. Se presentaron algunos problemas que hemos podido resolver. Creo que está faltando además una visión para que estos procesos sean más respetuosos de los derechos de los niños y niñas. Falta la perspectiva en derechos humanos, porque la ley consagra la desjudicialización de los trámites y la despatologización de los casos. Y sobre todo, aún nos cuesta escuchar a los niños y niñas. Y en esto me incluyo.
-¿Cómo recibió el niño su nueva identidad?
-Muy feliz. Ha estado muy ansioso, tanto como estuvimos todos durante estos meses de trámites. Es muy valiente. Él sabe lo que quiere, es un niño sumamente maduro que ha podido recorrer estas instancias con mucho valor.
-¿Cómo fue tomada su situación en la escuela?
-Es un niño que ha sufrido. Ha tenido que cambiarse de colegio, porque fue cuestionado, al igual que su papá y su mamá. Pero actualmente está en una escuela que lo contiene. Por situaciones como esta es que insistimos tanto en la ESI, porque la ESI enseña a los niños y niñas a celebrar la diversidad con iguales derechos, desde la primera infancia, para evitar situaciones de dolor a este colectivo de niñes.
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