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El triunfo de Santos quedó atado a lograr la paz y conservar alianzas

santos

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, fue reelecto ayer en segunda vuelta, deberá ahora alcanzar el objetivo de lograr la paz con las guerrillas FARC y ELN, tras haber sumado a sectores de izquierda con la promesa de campaña de poner fin al conflicto.

 El propio Santos lo advirtió anoche, durante el discurso en que se atribuyó el triunfo, cuando aseguró que «no es solo del gobierno y para el gobierno, el mensaje de hoy es también para las FARC y el ELN y es un mensaje claro: este es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión», apuntó.

 A esa misma conclusión llegaron analistas políticos quienes coincidieron que la reelección de Santos no puede entenderse solo como un simple triunfo en las urnas, sino como un «plebiscito» por la paz que obliga a todas las partes involucradas.

 El mandatario convirtió el tema de la paz en su bandera de campaña al remarcar el avance de los diálogos que mantiene con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en La Habana, Cuba.

 A partir de esa apuesta, Santos obtuvo 7.816.986 de votos, correspondiente al 50.95 por ciento del total de la elección.

 El mandatario debió enfrentarse en el balotaje con el derechista Oscar Iván Zuluaga, del Partido Centro Democrático (PD), fundado por el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien había anunciado que solo continuaría con el proceso de paz, si las FARC aceptaban una serie de condiciones.

 Zuluaga, que en la primera vuelta superó a Santos, logró manteniendo esa postura el 45 por ciento de votos.

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