Por Camilo Kay Haro Galli. En las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre el peronismo jujeño sale dividido en dos frentes que parecen ser el agua y el aceite, no solo en lo ideológico. La fractura ya podría ser catalogada de tradición, pues en otros procesos electorales también participaron varios espacios definidos como peronistas, pero en esta ocasión la grieta justicialista tiene características diferentes.
De un lado, está el Frente Primero Jujuy Avanza con todo el aparato político del antiguo PJ; Carlos Haquim, Rubén Rivarola, Guillermo Jenefes, Rodolfo Tecchi, la CGT y la CTA, los medios de comunicación tradicionales, unos pocos intendentes que no se fueron con Gerardo Morales, el poder económico, los vínculos judiciales y algunas cámaras empresariales.
Del otro lado, Fuerza Patria Jujuy lleva como principal candidata a la referente local de La Cámpora, Leila Chaher, que cuenta con el acompañamiento del diputado nacional Guillermo «Kiko» Snopek, dirigentes de Patria Grande y la CCC, un puñado de militantes y sus amigos de infancia. Adhieren a su propuesta, además, sectores del feminismo, la docencia y la cultura local.

Las referencias nacionales
A nivel nacional, los referentes de Primero Jujuy Avanza son Juan Schiaretti -que en realidad juega a dos puntas, porque formalmente apoya al frente radical Jujuy Crece, que es parte de Provincias Unidas- y Guillermo Moreno, quien no lo dijo de manera explícita pero está a través de Tecchi, su vínculo en la provincia. Además, varios de los dirigentes de este frente tuvieron o tienen fuertes terminales con Sergio Massa.
Por su lado, el Frente Fuerza Patria Jujuy tiene como principales referentes nacionales a Cristina Fernández de Kirchner y Juan Grabois, además de contar con la orgánica del Partido Justicialista.
En tanto, Axel Kicillof no parece tener ninguna participación en Jujuy, pese a que algunos dirigentes subieron fotos con él en sus redes sociales para intentar acomodarse bajo su tutela. Es probable que el gobernador bonaerense prefiera no tomar partido en la disputa provincial, ya sea porque está más concentrado en su potencial candidatura presidencial o porque simplemente Jujuy es un distrito de poca relevancia a nivel nacional.
El peronismo en el territorio
Otro detalle a tener en cuenta cuando se analizan las dos listas es la territorialidad. La capital, el Gran Jujuy y las ciudades de los valles bajos son bastiones del antiperonismo jujeño. Como contracara, la Puna, la Quebrada de Humahuaca y parte importante del Ramal (departamentos Ledesma, San Pedro y Santa Bárbara) son las periferias olvidadas que mostraron mayores signos de resistencia, tanto a Gerardo Morales como a Javier Milei, y las que siempre muestran mayor apoyo electoral al peronismo.
La particularidad está en que el peronismo siempre tiene a candidatos surgidos en la zona antiperonista. En esta ocasión, en ambas listas, los nombres importantes son del Gran Jujuy, y probablemente obtengan malos resultados electorales en el barrio donde viven o donde nacieron, al tiempo que cosechen mejores resultados en los puntos más alejados de la provincia.
Esto no es nuevo, se trata de una contradicción histórica del peronismo con su base electoral, sin importar si es un peronismo oligárquico o el que pretende ofrecerse como distinto. En ocasiones, los dirigentes que lograron resultados electorales importantes en sus territorios fueron convocados para alguna lista a diputado provincial o nacional, pero como simples rellenos.

En cuanto a la territorialidad, el Frente Primero Jujuy Avanza tiene una nutrida red de “punteros”. Estos dirigentes de base son parte de las estructuras de Rivarola y Haquim, y le ofrecen al frente la posibilidad de tener pasacalles y cartelería bien exhibidos, reuniones y actos de campaña en toda la geografía. Sin embargo, no está claro que esto se traduzca en el caudal de votos que ellos imaginan. Por el momento todos los sondeos y encuestas ubican a este sector como el perdedor de «la interna» y por detrás del Frente de Izquierda.
El espacio de Chaher, en tanto, no tiene la posibilidad de empatar ese despliegue sino que debe apoyarse en referentes de las localidades, que por otra parte se enfrentan a muchas dificultades para ubicar y cuidar la cartelería estática tradicional. No obstante, sí tiene la potencialidad que le otorga ser la lista oficial del Partido Justicialista y usar la bandera de Fuerza Patria instalada y difundida desde los centros urbanos, sobre todo CABA y PBA.
Ideología y propuestas
Ambos frentes peronistas tienen también diferencias importantes en cuanto a lo ideológico y a los posicionamientos políticos.
Fuerza Patria Jujuy se identifica fuertemente con el kirchnerismo, algo que parece obvio aunque no siempre se verifica. Por otro lado, los protagonistas de Primero Jujuy Avanza no ocultan que detestan a Cristina y todo lo que ella representa, incluso cuando muchos de ellos consiguieron todos sus cargos políticos colgados de su imagen y sus políticas. Sin contar, además, con que en su mayoría son varones de edad avanzada a los que les cuesta reconocer el liderazgo, y mucho menos la jefatura, de una mujer como ella.

Una diferencia fundamental está en la relación que mantienen con el radicalismo, en particular con Gerardo Morales. El Frente Primero Jujuy Avanza tiene a Haquim (que acompañó a Morales como vice en los dos mandatos) y Agustín Perassi, dos peronistas de los 90 que formaron parte del gobierno y la alianza Cambia Jujuy que llegó al gobierno de la provincia en 2015. A su vez, Rubén Rivarola y Guillermo Jenefes (quien fue vicegobernador del justicialista Eduardo Fellner) mantienen una alianza político económica con el gobierno radical que a veces intentan disimular, aunque a menudo les es imposible.
La izquierda, los libertarios jujeños y los sectores kirchneristas del peronismo coinciden en definirlos como «los socios de Gerardo Morales», pero ellos suelen responder con el latiguillo «queremos lo mejor para Jujuy».
Fuerza Patria Jujuy no tiene vínculos con Morales, o si los tiene no son visibles; pero por muchos años toleraron sin críticas a los sectores del PJ que sí se sentaban a negociar con el radical cargos, negocios personales o decisiones de políticas públicas.
La reforma constitucional de 2023 es un parteaguas más contundente. Los referentes del Frente Primero Jujuy Avanza le permitieron a Morales concretar su proyecto. El diputado provincial rivarolista Fernando Posadas, del bloque del PJ, votó a favor de la ley que habilitó la convocatoria de la Constituyente. En tanto, Pedro Pascuttini y Jenefes fueron activos partícipes en la redacción de la nueva Constitución y obviamente ofrecieron respaldo político y mediático frente a las protestas del jujeñazo.

Por el contrario, el frente que encabeza Leila Chaher fue crítico con el proceso de reforma y su resultado. Incluso algunas de las personas que integran la lista fueron parte activa de la movilización popular que gritaba «no a la reforma».
En materia financiera, no hay dudas: Primero Jujuy Avanza cuenta con muchísimos más recursos que Fuerza Patria, recursos que provienen tanto de la financiación privada de los mismos empresarios-referentes del frente como de sus propias estructuras dentro del estado.
La campaña electoral de Fuerza Patria deja en evidencia que la financiación es modesta. La diferencia se advierte en cualquier localidad de la provincia en cuanto a cartelería, espacios en los medios, vehículos ploteados e incluso en los actos de campaña.
El pálpito
La asimetría parece brutal, pero el dato de color está en que las encuestas le dan ventaja a Fuerza Patria, algunas una diferencia mínima y otras una supremacía amplia frente a Primero Jujuy Avanza. Aunque hay que tener en cuenta que los sondeos a menudo fallan y no siempre pueden detectar los votos estructurales o vergonzantes.
Como sea, la actual fractura del peronismo en estos dos bloques parece mucho más lógica que la tan mentada «unidad» que se declamaba en elecciones anteriores, lo cual permite al votante de ese espacio decidir su representación con algo más de claridad.
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