El exsubinspector de la Policía Federal Mario Sandoval comenzará a ser juzgado el próximo miércoles por la privación ilegítima de la libertad y la imposición de tormentos al estudiante y militante de la Juventud Peronista (JP) Hernán Abriata, quien aún permanece desaparecido y fue secuestrado por un grupo de tareas en un operativo realizado en octubre de 1976.
«Esperamos que se haga justicia de una vez, después de 46 años de ocurrido el hecho. Hace ocho años que luchamos para que este juicio se realice en Argentina. Ese es mi deseo y el de su madre Beatriz, que a los 95 años lo único que espera es que se condene a Sandoval, el responsable del secuestro de su hijo», señaló a Télam Mónica Dittmar, esposa de Abriata.
El juicio se hará en modalidad virtual y está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La audiencia preliminar está prevista para las 9,30 tras lo cual se escuchará el requerimiento fiscal y más tarde una ampliación de indagatoria de Sandoval, indicó a esta agencia Carlos Loza, sobreviviente del centro clandestino de detención ilegal que funcionó en la ESMA durante la última dictadura cívico militar y testigo en esta causa.
Se investiga a Sandoval por su presunta participación en el operativo de la Armada que ejecutó el secuestro de Abriata en la madrugada del 30 de octubre de 1976, cuando el joven de 25 años, estudiante de Arquitectura y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) se encontraba en su domicilio de la Capital Federal.
Huída y extradición
Retornada la democracia y cuando se iniciaban las investigaciones por las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, el expolicía huyó a Francia, donde obtuvo la ciudadanía y se diplomó en temas de seguridad e inteligencia económica.
Familiares de Abriata presentaron una denuncia contra Sandoval tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y en 2012, el juez federal Sergio Torres presentó la demanda en Francia para extraditar al expolicía.
El Tribunal de Apelación de París, el 28 de mayo de 2014, y el Tribunal de Apelación de Versalles, el 19 de octubre de 2017, ya emitieron dos fallos favorables a la extradición. Esas sentencias resultaron confirmadas el 14 de mayo de 2018, por medio de una resolución de la Sala de lo Penal del Tribunal de Casación.
El 31 de agosto de 2018, el primer ministro francés, Édouard Philippe, firmó un decreto para conceder la extradición de Sandoval, y su defensa presentó recurso ante el Consejo Constitucional para plantear que los delitos que se le imputaban habían prescripto, pero esta entidad rechazó sus argumentos y en diciembre de 2019 se concedió finalmente su extradición a Argentina.
Dilaciones
Desde entonces Sandoval permanece con prisión preventiva y el juicio que debía realizarse en mayo de este año «fue postergado hasta septiembre por problemas de agenda del tribunal», lamentó también Dittmar en diálogo con Télam.
«Hubo muchas dilaciones en todos estos años, que siempre nos hicieron sentir que la justicia no tenía voluntad de avanzar. Una demostración clara fue que después de años de estar pidiendo a Francia la extradición y pese a que la concedieron, cuando estaba todo organizado para el juicio en mayo, el Tribunal lo postergó hasta septiembre aduciendo problemas de agenda», indició Dittmar.
El Tribunal que juzgará a Sandoval está integrado por integrado por Daniel Obligado, Adriana Palliotti y Fernando Canero, en tanto por la fiscalía actuarán el fiscal federal Leonardo Filippini y la auxiliar fiscal Marcela Obetko.
Desde la querella también lamentaron que la audiencia sea virtual, ya que pretendían que Sandoval estuviera de cuerpo presente en el debate de esta causa.
Mensaje de amor
En tanto, en el marco de las investigaciones realizadas por la justicia en todos estos años, en el 2017 un equipo de investigación a cargo del juez federal Sergio Torres halló en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención de la Esma una inscripción en la pared que pertenecería a Abriata, con un mensaje de amor para su compañera. «H.A. Mónica te amo», se alcanza a leer, en un reducido espacio donde estuvo secuestrado el estudiante.
«Fue muy emocionante verlo. Lo vi en dos oportunidades. La primera vez en 2017. Cuando leí Mónica, pensé que podía estar destinado a otras personas ya que también hubo otras mujeres que pasaron por allí con el mismo nombre. Pero el 2 de julio de 2018, hicimos una nueva visita al lugar, y ahí ya no me quedaron dudas de que era su letra, y de que el mensaje era para mí», recordó Mónica. Ella recuerda con precisión la fecha en la que confirmó que era la destinataria del mensaje porque faltaba un día para su cumpleaños.
«Siento que fue un regalo que él me hizo. Él era así, muy dulce, tierno, me escribía poemas, teníamos 20 años cuando nos separaron», afirmó.
La inscripción en la pared a la que alude Dittmar también fue vista por otras personas que estuvieron secuestradas en ese lugar, entre ellos Carlos Loza, quien contó a esta agencia que «el mensaje se puede ver si se ilumina con un material lumínico, de lo contrario es muy difícil distinguirlo».
Loza confió a Télam que Abriata permaneció alojado en el sótano, el altillo, capucha y capuchita, lugares en los que eran ubicados los cautivos en función de la importancia que les asignaban los represores. Agregó que Abriata «sufrió torturas» y que la última vez que lo vio «fue entre el 4 y el 5 de enero de 1977, cuando lo trasladaron, y desde entonces permanece desaparecido.
Por Silvina Caputo, en Télam
Conocé la historia de Hernán Abriata