Belén es una joven de 27 años que el 21 de marzo de 2014 llegó junto a su mamá al hospital Avellaneda de la ciudad de San Miguel de Tucumán con dolores estomacales. Los médicos le administraron calmantes y estuvo aproximadamente dos horas internada en la guardia. Tuvo una hemorragia, le diagnosticaron un “aborto espontáneo incompleto sin complicaciones” y «allí comenzó su calvario: acusaciones, sospechas y finalmente, la cárcel», precisó en un comunicado la alianza federal Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Una vez que le dieron el alta médica, Belén fue trasladada directamente a Santa Ester, la unidad carcelaria donde está presa desde hace 26 meses. «Su proceso penal estuvo plagado de irregularidades: violación del secreto profesional, torturas, contradicciones en el cuadro probatorio, una defensa técnica negligente y un Poder Judicial que, sin pruebas y apelando a prejuicios estereotipados de género, la condenó a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo», agregó la organización.
La bandera «#NiUnaMenos Liberación a Belén» encabezó la marcha convocada por la Multisectorial de Mujeres de Jujuy, a la que adhirieron diferentes agrupaciones feministas, estudiantiles, gremiales y la UNJu sosteniendo las consignas »Ni una presa más por aborto – Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir».
Antes de iniciar la marcha se realizó una radio abierta en la glorieta de la plaza, en la que varias mujeres se expresaron sobre la urgente defensa de los derechos de las mujeres y la necesidad de romper con los prejuicios.