Cuando efectivos de la Guardia de Infantería intimó a los hinchas a que se retiren, estos se resistieron y arrojaron piedras y botellas. La policía reprimió el ataque con balas de goma y gases lacrimógenos.
Los hinchas se fueron corriendo por la calle Belgrano hacia el casco céntrico, y a su paso rompieron vidrieras de una galería y esparcieron basura a lo largo de 200 metros, hasta llegar a la calle Lavalle, donde la policía detuvo a alrededor de una decena de ellos, mientras otros escaparon hacia la zona de la vieja terminal de ómnibus.