En el transcurso de la marcha se manifestó la bronca y el dolor de los familiares, que se intensificó al llegar a la esquina de la casa del femicida, donde se había desplegado un fuerte operativo policial cuidando al casi asesino.
El grupo de infantes policiales no permitió que la marcha llegara al domicilio del golpeador, pero los cantos y pintadas pidiendo justicia por Nuria, cárcel para Nelson Ibáñez, se hicieron opir en todo el barrio de Mariano Moreno.
Las Mujeres Unidas por la Lucha manifestaron en un documento: “Estamos cansadas e indignadas ante un estado cómplice que protege a los golpeadores, violadores y asesinos y ampara la violencia de género, una vez más ante la falta de justicia apelamos a la condena social, y no vamos a bajar los brazos hasta que Nelson Ibáñez no esté preso y con condena ejemplar. Es de público conocimiento la violencia que ejercía este hombre desde hace años sobre su pareja, y ante la decisión de ella de separarse, llegó al límite intentando matarla prendiéndole fuego”.
Por último, plantean: “Mientras no haya justicia apelaremos a la condena social, si hay golpeadores y femicidas impunes el movimiento de mujeres está de pie y no va a parar hasta que se haga justicia”.