Los tres focos de incendios en las localidades cordobesas de Villa Yacanto (Valle de Calamuchita), Santa María de Punilla (Punilla) y de Panaholma (Traslasierra) se encuentran contenidos, aunque todavía persiste un escenario de inestabilidad, mientras se espera que las condiciones meteorológicas de hoy con la baja en la temperatura ayuden a sofocarlos totalmente.
El secretario de Gestión de Riesgos Climáticos, Catástrofes y Protección Civil, Claudio Vignetta, informó esta mañana que el incendio de Villa Yacanto, uno de los más importantes por su magnitud, se encuentra «totalmente contenido, sin foco activo pero con perímetro inestable». Destacó el trabajo que realizaron toda la noche los bomberos y personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC) para contener el fuego, y confirmó que durante este martes se continuará con la tarea de control «para evitar el reinicio».
Esa localidad serrana de no más de 1000 habitantes permanentes se caracteriza por los elevados pinares y vegetación de espinillos. En la zona hay cabañas veraniegas que en esta época no están habitadas. Según la información preliminar, al menos media decena de ellas fueron alcanzadas por el fuego.
Por otro lado, las personas que fueron evacuadas preventivamente podrían regresar progresivamente a sus viviendas durante esta jornada.
En Santa María de Punilla el fuego también está contenido. La expectativa es que en el curso del día quede totalmente controlado con el recambio del equipo de trabajo, manifestó Vignetta.
El funcionario explicó que el fuego más importante y que presenta complicaciones es el de Panaholma, en Traslasierra, porque si bien «la parte de cola y flanco está contenido, la cabeza del fuego tiene actividad y se encuentra en una zona inaccesible para el personal».
Este lunes se generaron una decena de incendios en las serranías cordobesas, de los cuales esta mañana quedaban «con actividad y controlados» los de Villa Yacanto, Santa María de Punilla y Panaholma, explicó el funcionario provincial.
Para hoy está previsto seguir trabajando vía aérea y terrestre, además de relevar el estado de situación general de los focos. En tanto, el Gobierno de la provincia continúa con el desplazamiento del personal del Ministerio de Desarrollo Social y de otros organismos para asistir a los damnificados.
Yacanto, Córdoba. Foto: Télam
En San Luis
Brigadistas lograron controlar los incendios que asolaron en las últimas horas áreas pobladas de San Luis, pero los puntos críticos están en las zonas de las sierras centrales, en dirección a Valle de Pancanta y Durazno Alto, informaron desde el Ministerio de Seguridad provincial.
En El Trapiche, la zona con mayor fuego está en la zona de las sierras centrales, yendo hacia el Valle de Pancanta y el Durazno Alto; en los lugares más urbanos la zona está controlada con guardia de cenizas.
En Potrero de los Funes, en tanto, la actividad es mínima y permanecen guardias de cenizas. Durante la mañana se realizaron vuelos para tener un panorama más completo y coordinar nuevas acciones de combate, reportaron desde la cartera de Seguridad puntana.
Además del trabajo realizado por los brigadistas contribuyeron tres factores que ayudaron a combatir la situación: el descenso de la temperatura, la merma del viento y una leve garúa que cayó en algunos lugares.
Pese a que durante la madrugada de este martes el viento llegó a los 100 kilómetros por hora en Dónovan, se logró contener el fuego. Solo quedan focos activos aislados en las sierras de Potrero de los Funes, donde las llamas llegaron hasta la Quebrada de los Cóndores y el cementerio Parque de la Quebrada
Lo que anoche era un extenso frente de fuego de varios kilómetros sobre las sierras, hoy amaneció apagado y solo se veían algunos puntos muy pequeños incandescentes.
Durante la jornada del lunes, la situación en Potrero de los Funes fue dramática y por la tarde-noche debieron tomar la determinación de cortar el ingreso por la Quebrada de los Cóndores, aunque el fuego se inició en la A1, que es el camino que une con El Volcán.
Por allí el fuego se dirigió hacia una localidad vecina y también comenzó su ascenso para llegar a Juana Koslay, particularmente al barrio Cerros Colorados, hacia donde estuvo a escasos cien o doscientos metros de las viviendas y generó profunda preocupación entre los vecinos.
Solo hubo evacuados por precaución y no hubo que lamentar en San Luis más que algunas pérdidas materiales.