Fue un grande. Uno de los imprescindibles en la historia del fútbol argentino. Auténtico ganador, símbolo de Racing y hasta campeón como entrenador de Independiente, dejó su huella aquí, en nuestro medio y también en el mundo. Sobre todo, en Italia, en donde también será recordado por siempre. El Bocha Maschio, Humberto Maschio, murió este martes a los 91 años, víctima de una insuficiencia renal.
Dueño de una pegada exquisita y una enorme inteligencia táctica, al punto de que fue un adelantado a su época (fue delantero, fue volante) el Bocha deja un enorme legado. Sus últimas imágenes, siempre rodeado de afecto y nostalgia en el Cilindro, lo mostraron como siempre en una irresistible simpatía y con el corazón albiceleste hasta el último día de su vida.
Nació el 10 de febrero de 1933 en Avellaneda. Comenzó su carrera en Arsenal de Lavallol y, luego de destacarse en Quilmes, llegó a Racing en 1954; debutó de modo oficial ante Chacarita en mayo de ese mismo año. En su primera etapa en el Club, se desempeñó como delantero, marcaba goles con cierta facilidad y solía demostrar habilidad y una gran destreza.
En 1955 fue el goleador del equipo, con 18 tantos. Su extraordinaria performance lo llevó a la selección nacional; con la camiseta celeste y blanca, disputó los Panamericanos de México 1955, donde la Argentina alcanzó el título. Dos años después, integró una de las mejores delanteras de la historia de la selección, “Los Carasucias”, con Oreste Osmar Corbatta, Antonio Valentín Angelillo y Omar Sívori, otras glorias de nuestro medio, con quienes obtuvo el Sudamericano de 1957, al aplastar en la final a Brasil. Un Brasil que al año siguiente fue campeón mundial. Fue un contundente 3 a 0, con gritos del propio Maschio, Angelillo y Cruz.
En los últimos días, se encontraba internado en terapia intensiva tras caerse en su domicilio y pasar 24 horas sin poder levantarse. El ex delantero mantenía una insuficiencia renal y debió estar internado algunos días. Estuvo bajo los cuidados de la terapia intensiva; tenía comprometidos los riñones y el corazón. Producto de esa caída, sufrió un golpe detrás de la nuca y otros abajo de la boca. Así transcurrieron las últimas horas, con máximos cuidados por su frágil estado de salud y su edad avanzada.
En Gimnasia y Esgrima
Llegó para la temporada 74/75, a Gimnasia y Esgrima de Jujuy para dejar establecida la base, el equipo armado, que luego dejó en poder de Hugo “Pajarito” Conde.
Todos los que lo trataron como director técnico, tanto dirigentes, jugadores y el mismo Hugo Conde, manifestaron su admiración por tanta sabiduría y la humildad de Maschio.
Ese Lobo del año 1975, fue parte de la autoría de una campaña excepcional en el Torneo Nacional de aquella temporada, en la que Gimnasia terminó cuarto en el certamen.
Las vueltas del fútbol y la vida lo trajeron nuevamente al norte del país, en uno de esos intentos del “Lobo Jujeño” por retornar al Torneo Nacional “B”.
Ese equipo tuvo una gran actuación, llegando a la final de la zona norte, en la que enfrentó a Gimnasia y Tiro de Salta.