Juan Aramayo apoyó la propuesta de la Multisectorial de Mujeres por la reparacion a hijos e hijas de víctimas de femicidio.

Familiares de víctimas de femicidios evalúan marchar al Ministerio Público de la Acusación 

Juan Aramayo, el padre de Romina, la joven que fue encontrada sin vida el 10 de abril de 2014 en los alrededores del Dique Los Molinos, participó este jueves de la marcha por el Día Internacional de la Mujer y adelantó que junto a otros familiares de víctimas de femicidios marcharán al Ministerio Público Fiscal si no hay avances en las investigaciones judiciales.

«Hoy nos hacemos presentes para marchar para que no ocurran nunca más estos femicidios, no solo acá sino en todo el mundo y todo el país», afirmó Aramayo en diálogo con El Submarino Radio (91.5).

En el caso de la familia de Romina, como en el de otras víctimas, la lucha no es solo para que se terminen los femicidios, sino para que avancen las investigaciones penales y se juzgue y condene a los asesinos. «A nosotros nos tocó en carne propia que nos hayan asesinado a una hija, y lo peor es que no se avanzó en nada, con un fiscal corrupto que ya quedó atrás, gracias a Dios», señaló el hombre, en referencia al fiscal penal Carlos Farfán, que fue finalmente apartado de la causa.

«Estamos acá para exigir justicia, para decirle al gobernador que a Romina la mataron hace 4 años y que ahora, que empieza una nueva investigación, se pongan las pilas y vayan por la línea por donde siempre debieron haber ido y siempre se negó el fiscal Farfán», afirmó Aramayo.

«Voy a tratar de hablar con todas las familias de víctimas de femicidio y no descartamos que en mayo, si no avanza la investigación, hagamos una marcha frente al Ministerio Público de la Acusación», agregó.

Hace ya más de dos años que el padre de Romina denuncia que la causa por la muerte de la joven está estancada «a pesar de los múltiples comentarios y los indicios de que están involucrados miembros de la plana mayor de la Policía de Jujuy”. El juez Farfán fue apartado en noviembre de 2016 por haber ocultado pruebas, y la causa pasó a Aldo Lozano, pero con la reestructuración del Ministerio Público de la Acusación, quedaría en manos de Diego Cussel. «Tengo todas las esperanzas puestas -aseguró Juan Aramayo-; trabajaremos junto a él para poner todas las pruebas y que se esclarezca el crimen».

El caso está caratulado como “homicidio calificado por violencia de género”. La víctima trabajaba en un cabaret de Alto Comedero, que luego de mucho tiempo fue clausurado por la justicia federal de Jujuy, el Wolf Night Club, que “era frecuentado por dirigentes políticos, altos funcionarios, hijos del poder, y policías: hasta el mismo jefe de Policía de la provincia en ese momento conocía al dueño, sabía cómo era el carácter de este hombre, la fisonomía y cómo manejaba a su gente, en este caso a los policías”, decía hace un tiempo Juan Aramayo.

La semana pasada, el fiscal Carlos Farfán golpeó a Aramayo, quien terminó internado en el hospital Pablo Soria. Fue cuando se encontraron dentro del edificio del MPA, adonde el padre y la madre de Romina habían ido para interiorizarse del curso de la investigación. «Nos entrevistamos con el doctor Aldo Lozano, quien nos había citado para informarnos acerca de la causa y el nuevo fiscal», relató Aramayo.

«Al salir nos cruzamos con Carlos Farfán, y para mí es como ver al diablo, un momento de tensión. Yo reconozco que lo insulté, y él se me vino al humo para agarrarme, y ya no me acuerdo más. Pero no me golpeó, me desvanecí y desperté cuando me fueron a auxiliar», continuó, y precisó que toma 30 medicamentos por día, pues está transplantado del corazón.

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