La reforma laboral que busca el Gobierno plantea un contrapunto entre sindicalistas, que se muestran en estado de alerta, y los sectores empresarios, que respaldan los cambios.
Es así que el titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, reiteró este sábado que la CGT «no acepta de ninguna manera» el anteproyecto y aclaró que la postura de la central sindical «es dialoguista pero no permite imposiciones».
«No la vamos a aceptar de ninguna manera porque es retrotraerse décadas y décadas con la pérdida de derechos de los trabajadores», aseguró el diputado nacional a radio Mitre y alertó que «nunca se habló con el gobierno de un anteproyecto de ley de 145 artículos». “Veníamos hablando de tres ejes: innovación tecnológica, creación de una agencia nacional de salud y formación profesional pero el gobierno nos mintió. Estaba esperando un resultado electoral para avanzar sobre otras cuestiones, pero eso no les da derecho de avanzar de esta manera y no veo razón en querer apurar y sacar inmediatamente la ley», explicó.
En la otra orilla, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo, afirmó que «no se habla de bajar sueldos» y que «nadie va a precarizar el empleo». «No le tengo miedo a la flexibilización laboral, ya no estamos en la década del ’50», dijo en diálogo con FM La Patriada.
«No hay que poner esto en buenos o malos, en ‘combatiendo el capital’. Acá nadie va a precarizar el empleo, eso sería absurdo. Hoy el empleado tiene derechos y tiene obligaciones, se puede valer de esos derechos”, argumentó.
«La charla con el presidente Macri fue sobre las reformas tributarias y laboral pero hay que empezar a ver la letra chica. Va a haber una reforma tributaria y de empleo, ese es el corazón de todo”, siguió.
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