El Lobo sabe que ganando esta noche le impone presión al Tallarín, cuando dentro de siete días exactamente y en mismo horario, se juegue el partido del campeonato, en el 23 de Agosto. El equipo cordobés viene de un amargo empate ante Almagro en el Kempes, dejando abierta la posibilidad de que, sumando los tres puntos, Gimnasia “le sopla la nuca”.
Para este partido, que de repente se volvió clave para el futuro Gimnasia, el técnico Mario Sciacqua decidió dos cambios para mejorar el juego, que dejó bastante de desear en el triunfo ante Independiente Rivadavia de Mendoza, por la mínima.
Pablo Garnier entra por Álvaro Césped, quien cada vez que juega suma más decepciones e ingresa Luis Vila por Agustín Sufi, quien tiene un bajón en su juego, en los últimos partidos.
Gimnasia tiene la mesa servida para quedarse con los tres puntos, no es el equipo más goleador, ni mucho menos, pero tiene la defensa menos vencida, mas dura y cerrada del torneo. Tiene cinco goles en contra; tres de ellos, se los metió Boca Unidos en un solo partido, los restantes Los Andes (en la única derrota) y Almagro, que le sacó un empate en el 23 de Agosto. Todo depende del Lobo.
