El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, afirmó este martes que «no es responsabilidad del Gobierno que en el mundo diez países se estén quedando con las vacunas» disponibles contra el coronavirus y criticó al ex presidente Mauricio Macri y a la titular de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, por ser «agresivos» hacia la campaña de inmunización.
En este sentido, el funcionario bonaerense planteó que «la única grieta es contra los que no quieren vacunas, los que metieron miedo y los que hablaron de envenenamiento».
Así lo expresó en declaraciones formuladas este martes a la FM Radio Con Vos, en las que dijo que le «alegró mucho» que referentes de la oposición que decían que la Sputnik V era veneno «ahora pidan más vacunas» y recordó que «hasta hace dos meses, mucha gente no se la quería poner porque le habían infundido miedo».
«Estamos del lado de los que queremos seguir vacunando, que ahora somos la mayoría de los argentinos», expuso y señaló que, ahora, «la esperanza está en la vacunas».
En ese sentido, Gollan analizó que advierte «una actitud muy negativa del expresidente Macri respecto de la campaña de vacunación».
«Nosotros estamos planteando que hay una carencia de dosis a nivel mundial y que las cantidades que habíamos planteado, van a llegar con un atraso», puntualizó y señaló que «echarle la culpa al Gobierno de que diez países se queden con el 88% de las vacunas a nivel mundial, con cinco veces de stock de lo que necesiten, no ayuda».
Sostuvo que «la Argentina está recibiendo vacunas y tiene contratos», y le pidió a la alianza opositora que «ayude un poco» y deje de poner «palos en la rueda».
«El ex presidente y la actual titular de Juntos por el Cambio son muy agresivos. Les pedimos que ayuden un poquito más. No es responsabilidad del Gobierno que en el mundo 10 países se estén quedando con las vacunas», insistió.
No obstante, planteó que las perspectivas son «buenas» y pidió a la oposición «que miren el tremendo esfuerzo que se hizo y, cuando empiecen a llegar millones de vacunas, se alegren».
Por otro lado, el ministro planteó que «es imposible pensar que no llegue una segunda ola (de coronavirus) con el aumento del frío», y resaltó que «el desafío» es si habrá un aumento en las internaciones o si se podrá «controlar los casos graves y fallecimientos».
Estimó que se debe «evitar por todos los medios que lleguen de forma masiva las nuevas cepas a la Argentina para poder mantener lo más abierta posible la economía doméstica y local, así como la vinculada a la exportación» y dijo que la propuesta de los sanitaristas es «restringir la salida de quienes viajan por placer o turismo».
«La estrategia es mantener todo lo conseguido en cuanto a actividad económica, en materia cultural, la presencialidad en las escuelas, evitando que entren las nuevas variantes e intensificando la vacunación», detalló.
Gollan remarcó que, «epidemiológicamente hablando, es imposible evitar que entre la cepa Manaos», aunque aclaró que este virus «no circula en forma masiva» ni tampoco llegó al país la variante sudafricana.
«Si entra poca cantidad, se va a empezar a reproducir, pero, si entran cien veces más, la reproducción socialmente será más rápida. Una cosa es que entren poquitos casos y otra que entren muchísimos», remarcó.
Luego, se mostró confiado en que en los próximos dos meses se puedan aplicar en la provincia «dos millones y medio más de vacunas», y destacó que «será un invierno sin tanta internación ni riesgo de colapso del sistema si para cuando empiece el frío fuerte, hay 3,5 millones de vacunados: mayores de 60, gran parte de la población con comorbilidades, personal de salud, una gran parte de docentes y fuerzas de seguridad».
«Eso es lo que uno desea, pero si mañana 50 turistas vienen con la cepa (brasileña) de Manaos, eso va a cambiar todo», concluyó Gollan.