Se trataría de un hombre de entre 50 a 60 años de edad que presentaba algunos golpes en la cabeza y en el resto del cuerpo, por lo que el fiscal de turno dispuso que sea depositado en la morgue judicial del cementerio del Rosario.
Debido a la crecida del Río Grande, los bomberos tuvieron que realizar una ardua tarea para rescatar el cadáver, que duró alrededor de cuatro horas.
Se estima que durante esta jornada se lleve a cabo la autopsia y un análisis dactiloscópico, para saber las causas de su muerte y la identidad de la víctima y segundo dilucidar las reales causas del deceso.