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Hallan en México el material radiactivo robado en un camión

Policías y militares establecieron esta noche un cerco de seguridad por riesgo de contaminación radiactiva, después de que se encontrara abierto un contenedor con Cobalto 60 que se hallaba dentro de un camión que fue robado el lunes último, informaron fuentes oficiales.

 El físico de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) Mardonio Jiménez dijo a la agencia DPA que la situación «está bajo control» pero se están midiendo «los niveles de radiación».

 El equipo médico de teleterapia, consistente de un cabezal con una fuente con Cobalto 60, fue abierto y manipulado y apareció en el Estado de México en la comunidad de Hueypoxtla, a unos 40 kilómetros del lugar del robo, ocurrido la madrugada del lunes.

 Jiménez dijo que el cabezal había sido extraído de la caja y fue hallado en una casa, mientras que la fuente radiactiva estaba a más de 500 metros en un campo.

 «Fue extraída la fuente del cabezal. Estas personas no tenían la menor idea de lo que sacaron. Aparentemente no era gente especializada», afirmó el especialista, quien admitió de todos modos que «abrir el cabezal no es fácil».

 El robo ocurrió en Tepojaco, un municipio de Hidalgo, cuando el cargamento era trasladado desde un hospital público de la norteña ciudad de Tijuana al Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos de Temascalapa, estado de México.

 El subsecretario de Protección Civil del estado mexicano de Hidalgo, Miguel García Conde, explicó que se trata de «un equipo de radioterapia de desecho, que tiene Cobalto 60 en un cabezal blindado».

 «Es una sustancia riesgosa y cancerígena si alguien abre el cabezal. El riesgo es para quien lo manipule», explicó el funcionario. El chofer había estacionado el camión en una gasolinera y dormía cuando ocurrió el robo, que provocó una gigantesca movilización de militares y policías en siete estados del país.

 La Procuraduría General de México informó más temprano que había iniciado una investigación para localizar el camión, mientras que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, había señalado que se trataba de material «extremadamente peligroso».

 El OIEA había advertido que el Cobalto 60 estaba almacenado de manera segura dentro del camión, pero que era «extremadamente peligroso para las personas si se remueve la protección con que iba cubierto o si ésta resulta dañada».

 Las autoridades mexicanas habían emitido una alerta radiológica y advirtieron a la opinión pública sobre los peligros de una manipulación.

 La CNSNS difundió en su página de Internet fotos de la caja de madera con refuerzo de acero, con el cabezal que llevaba dentro, y números telefónicos para dar información.

 La caja tenía carteles en los que se indicaba la presencia de material radiactivo y un peso total de 2,3 kilogramos, incluyendo el cabezal de la fuente radiactiva.

 El secretario de Salud de Hidalgo, Pedro Luis Noble, declaró a medios locales que el material «puede causar la muerte con el solo hecho de exponerse durante cuatro minutos». «Mientras esté blindado, es inofensivo. El problema es si alguien intenta abrirlo», indicó.

 El gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera, consideró que el equipo no debería haber sido trasladado sin la protección adecuada y cuestionó que el chofer se hubiera detenido a descansar cuando ya estaba por llegar a su destino final.

 El conductor declaró que cuando descansaba en el estacionamiento de la gasolinería dos personas armadas lo obligaron a bajarse, lo llevaron a un terreno baldío y lo ataron de pies y manos. Una vez que pudo liberarse pidió auxilio en la estación de servicio y presentó la denuncia.

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