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Hay Plata en Jujuy

Por Gastón Remy (diputado provincial FIT-PTS economista). El ajuste al pueblo trabajador se intenta justificar bajo la máxima, “no hay plata”. Esto no es nuevo, ni cierto. En el caso del Estado provincial a junio del año pasado registraba un superávit de $21.000 millones (no hubo más información desde entonces).

En el siguiente cuadro se puede ver mejor la transferencia de ingresos desde trabajadores al Estado.

Respecto de la coparticipación a partir del mes de agosto comienza a perder frente a la inflación. Una dinámica que seguramente se profundice en el arranque del 2024. Sobre todo, por los efectos de la política económica de Milei que conduce a una caída de la actividad, menores ventas, menor producción, más desempleo, con inflación del 30% mensual.

En cuanto a las cuentas públicas, la masa salarial representa un 50% del gasto total. El salario estatal, considerando el caso del mínimo de una maestra (sin antigüedad), tuvo una suba por encima de la inflación, pegó un salto en junio como resultado del gran paro docente (que fue parte de la lucha con las comunidades contra la Reforma Constitucional). De ahí en adelante, el casi congelamiento de las paritarias y disparada inflacionaria, pone al salario en un tobogán.

En diciembre se da una primera foto de la licuación perfecta del salario. Éste queda bien por debajo de la inflación, mientras que la coparticipación queda arriba del salario.

Esto para el gobierno de Sadir es una ventaja fiscal, que prefiere callar.  Y copiando a La Libertad Avanza (LLA) congeló el gasto por 180 días (prorrogables). Acá contó con el apoyo del PJ en la Legislatura.

Mientras tanto, es parte del elenco de gobernadores que negocian con el gobierno nacional entregar a los trabajadores (que volverían a pagar “ganancias”) o, en todo caso, alguna otra compensación para mejorar la coparticipación.

Volviendo a salario, el mínimo de bolsillo de una maestra -sin antigüedad- fue de $250.000 en diciembre. Apenas alcanza al 55% del valor de una canasta familiar (4 integrantes). El mínimo de las y los estatales ($170.000) está más abajo aún, tan solo alcanza para comprar el 37% de esa misma canasta.

Pero mientras a las y los estatales con salarios de pobreza se les hace esperar para reabrir paritarias, a los grandes empresarios se les promete más ayudas. Es lo que les dijo Sadir, al directivo de Sales de Jujuy, en un brindis de fin de año.

El sector minero es uno de los grandes beneficiarios de la megadevaluación de Caputo. Con el dólar a $860, por cada tonelada de litio sus ingresos de exportación mejoran en $ 3.654.000. De ese plus a la provincia no le queda nada, porque por Ley, la minería no paga ingresos brutos.

Además, el sector se beneficia del DNU que deroga la Ley de Tierras, de esta forma es legal que las mineras compren un salar entero para llevarse hasta el último gramo de litio.

Contrario al refrán, los gobiernos le dan pan al que tiene una dentadura de tiburón para que nos devore enteros, nuestros ingresos, nuestras tierras y el litio. Tal como explicamos en la Legislatura, hay plata afectando a los exportadores mineros, del tabaco y terminando con los privilegios impositivos de los que más facturan como es el caso de los ingenios azucareros.

No estamos condenados al ajuste y a la inflación permanente. Hay otra alternativa si la clase trabajadora derrota el plan de ajuste de los gobiernos, el DNU y la Ley Ómnibus que viene a quitarnos más derechos.

Esta perspectiva hay que construirla desde abajo y en las calles, uniendo a trabajadores, ocupados y desocupados, con las comunidades, la juventud y las mujeres, creando nuevas instancias de organización desde las bases.

El paro que convoca la CGT para el 24/01 nos convoca a tomarlo en nuestras manos en la provincia y en todo el país. Este tiene que ser el inicio de un plan de lucha hasta triunfar.

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