Según informó La Bancaria en su página web, empleados despedidos de la Caja Popular de Ahorros de esa provincia ingresaron a ese establecimiento «con la única intención de repartir una serie de volantes pidiendo su reincorporación y explicando su situación actual».
«Pero mientras recorrían los distintos pisos de la entidad fueron emboscados por personal de civil, empleados y luego golpeados salvajemente por la custodia del lugar», denunció el gremio, que a la vez puntualizó que 22 trabajadores resultados heridos. El sindicato acusó al gobernador tucumano, José Alperovich, de «haber respondido con balas» a los reclamos de los bancarios.