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Incendio en La Esperanza: Estiman que hay cuerpos que no van a aparecer nunca 

El intento de identificación de las víctimas del incendio en el Ingenio La Esperanza fue fallido, por el estado de calcinación en que se encuentran los restos. Familiares de trabajadores ingresaron esta mañana a la morgue del hospital Guillermo Paterson de San Pedro de Jujuy, pero no pudieron hacer el reconocimiento. Habrá que esperar entonces el resultado de los estudios genéticos para determinar la identidad de los fallecidos, que se estima estará listo para última hora de este viernes.

Enrique Wandschneider, abogado del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio La Esperanza (Soeaile), explicó que el número total de víctimas es incierto, que hay entre tres y cinco desaparecidos, pero que es alta la posibilidad de que nunca se recuperen los cuerpos porque el lugar estuvo ardiendo durante 16 horas a más de 2000 grados centrígrados.

«Ha sido un momento muy duro, durísimo. Los cuerpos están irreconocibles», describió el abogado en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), y reveló que hay entre 3 y 5 desaparecidos, de acuerdo a las denuncias presentadas por familiares en la comisaría 25 de La Esperanza. «No se los va a encontrar, no van a aparecer», lamentó.

Además de la altísima temperatura que se registró durante el siniestro, otro de los obstáculos para hallar más restos en el lugar es que las primeras maniobras consistieron en tirar agua sola, sin el producto que se debe utilizar en estos casos. «Todo se hizo mal», sentenció Wandschneider, y aclaró que «no hubo mala intención de los bomberos, sino negligencia e impericia, porque esto no era un fósforo que se apaga con agua, era alcohol ardiendo».

Adelantó luego que los desaparecidos, cuyo número no está tampoco determinado, entre tres y cinco,  se suman a los seis muertos individualizados, aunque no todos sus restos identificados.

«Consideramos que el número total de víctimas es un máximo de 11. Pudo ser mucho peor», consideró el abogado.

Pudo ser mucho peor porque cerca de los tanques de alcohol que ardieron hay cuatro calderas, de las cuales se quemó solamente una, la más chica. Las otras tres no se encendieron porque en el lugar había charcos de agua producidos por caños rotos. «Jamás se tendría que haber habilitado eso de esa manera», aseveró.

Sobre la identidad de los fallecidos, el abogado se excusó de brindar más información. «Tenemos nombres, pero que los dé la justicia. Por delicadeza hacia los familiares. También son nuestros amigos, nuestros vecinos», señaló.

Wandschneider analizó la demora del gobierno provincial y la fiscalía para dar información precisa sobre las víctimas: «El gobierno quiere tapar esto, porque no quiere que esto se caratule como lo que es, un estrago doloso agravado. Quiere que se hable de un accidente, que tuvo la culpa un trabajador, y acá no ha pasado nada. Por eso el ocultamiento de la información».

«Es una cadena interminable de responsabilidades. El gobierno, el Ministerio de Trabajo de la provincia, organismos nacionales que jamás controlaron nada, y por supuesto la empresa, que es la primera responsable. No solo por la responsabilidad objetiva sino también subjetiva. Porque pusieron un candado en la salida de emergencia, no tenían plan de tratamiento de fuego, ni siquiera sabemos si tenían jefe de seguridad», describió el abogado.

La cuestión del candado fue revelada por Ceferino Rodríguez, un trabajador que sobrevivió al incendio y habló con los medios desde su lugar de internación. «Esto es peor que Cromañón -reflexionó Wandschneider-, no por el número de víctimas sino porque los fuegos que se generaron acá fueron mucho más grandes».

-¿En qué estado se encuentra ahora el ingenio? 

-Ahora tendrán que hacer una destilería nueva, de producción de alcohol. También podrían no hacer alcohol y hacer solo azúcar. Para eso solo tienen que arreglar la caldera 5. Hasta mayo o junio reparar toda la fábrica, y seguir trabajando el azúcar. En este momento no hay nada, se paró todo. Está cortado el suministro de gas. Con un hecho tan grave es imposible hacer nada.

-¿Puede haber pérdida de puestos de trabajo por las condiciones en que quedó el ingenio?

-No, todo lo contrario. Hace falta mucha más gente. Esto es un llamado de atención. Hace un tiempo había 1200 trabajadores y decían que era una barbaridad. Pero eso es lo que tiene que haber. Ahora hay 600, y ahí está el problema. No hay controles, no se hacen las reparaciones permanentes necesarias. Ese ahorro que se hacen en salarios, después se paga. Y esta vez nosotros lo hemos pagado con vidas.

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