La jornada fue designada “Herramientas para pensar la violencia institucional en Jujuy” y la apertura estará a cargo del decano de Ciencias Agrarias, Mario Bonillo y la titular de la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Jujuy, Inés Peña.
También habrá mesa-panel, que estarán a cargo de Sergio Lello Sánchez, funcionario del Poder Judicial de Jujuy; Rosario Dassen, coordinadora provincial de “Violencia Institucional” y socióloga. Se expondrá un caso paradigmático, “Sonrisa Gómez”, con la abogada de la causa, María José Castillo y el padre del joven asesinado.
Castillo dijo: “convocamos a todos el jueves a las 16.30 en la Facultad de Ciencias Agrarias, donde vamos a tratar esta problemática. Habrá víctimas que van a contar sus casos. La idea es ver diferentes perspectivas que nos permitan pensar y generar debates.
Por su parte, Dassen contó sobre el caso Gómez: “a partir de una denuncia contra la policía de San Pedro, estamos por conformar acciones para frenar la violencia institucional, que es grave porque ataca la libertad y la dignidad de las personas. Llamamos violencia institucional a la violencia que es ejercida por agentes estatales en funciones dadas por el Estado de derecho.
Más adelante, aseguró que “la mesa hizo un gran camino desde el año pasado. Nos hemos encontrado con funcionarios y con el obispo. También hemos hecho difusión, porque es necesario seguir trabajando y generar un espacio de reflexión”.
Dassen destacó que “la mayoría de los casos son con la policía, pero también hay denunciados funcionarios judiciales y hay otra violencia política que implica prácticas abusivas de las que recibimos denuncias. Esto es sistemático y persiste, en muchos casos se trata de prácticas de la dictadura militar. La meta es instalar el tema y discutir paradigmas de seguridad”.
Por su parte, Juan Gómez, padre de Sonrisa, señaló que “hay chicos que son víctimas del paco y comienzan a tener mala vida, y en la provincia nadie se preocupa por reinsertarlos, por ayudarles. El caso de mi hijo es uno más de los quizás miles que hay en Jujuy.
Yo logré hablar con gente de Nación y se comprometieron a tomar acciones. Ven los informes y no pueden creer que esto pase en democracia. Yo pasé mi adolescencia con los militares y en lo que le pasó a mi hijo veo lo mismo. Es preocupante. Pasa en toda la provincia y sin embargo no tengo ninguna comunicación con el gobernador.
Yo quiero justicia, que es lo mínimo. Todos vieron cómo quedó mi hijo. Lo mataron y lo voy a decir delante de quien sea”.
Por último, el hombre le solicitó una audiencia al gobernador, “lo único que quiero es justicia, soy un ciudadano y lo merezco. Porque además al hacer justicia muchos otros chicos van a tener justicia. Chicos que no son delincuentes, como dicen, sino víctimas de la droga; que no tienen atención de nadie en la provincia. Las leyes están, pero faltan los actores”.