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El dirigente social Javier Nieva, quien fue condenado a 8 años en el juicio «Pibes Villeros», obtuvo anoche la libertad condicional tras haber cumplido los dos tercios de la condena. Desde diciembre de 2020 cumplía la pena en prisión domiciliaria. «El juez se tomó cinco meses para decidir mi libertad, porque los dos tercios se cumplieron en abril», comentó en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5).
Nieva definió como «muy injusta» la situación que atravesó él y el resto de los condenados en ese proceso judicial. «Jamás tendríamos que haber estado presos, ni mis compañeros ni yo, porque somos inocentes de lo que se nos acusó y porque se violaron todos los derechos, metiéndonos presos a todos y cada uno de los que pensamos distinto al gobierno actual de Morales», afirmó.
«Esta fue sin dudas una condena política, con un tribunal preparado para dictarla. Es lo mismo que está sucediendo hoy con la compañera Cristina (Fernández de Kirchner) en Buenos Aires. Jueces y fiscales que son amigos entre ellos y amigos del poder. No existe la independencia judicial en Jujuy», señaló.
Nieva presidía la cooperativa Libertad, integrante de la Red de Organizaciones Sociales que lideraba la Tupac Amaru. Actualmente es referente de la Organización Marina Vilte.
Respecto de las apariciones públicas de exintegrantes de la Organización Tupac Amaru jugando el papel de supuestos arrepentidos, denunciando a Milagro Sala, Nieva consideró que «seguramente buscarán la forma de que algunos de nosotros, los que quedamos de pie, cambiemos nuestras declaraciones y colaboremos con ellos».
«Yo no creo que exista el testigo arrepentido -opinó-; es un testigo que miente y sobre todo se autoincrimina. Pero yo no me voy a mover un centímetro de mis convicciones. Nada ha cambiado. Estoy convencido del modelo de gobierno de Néstor y Cristina».
Nieva expresó su agradecimiento «a la familia, que fue incondicional apoyándome en todo momento; a la militancia; a los dirigentes, compañeros y compañeras que levantaron la bandera de los presos políticos».
En particular, mencionó a su defensor, Ariel Ruarte, y a los abogados Luis Paz, Paula Álvarez Carreras y Elizabeth Gómez Alcorta, esta última actual ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. «Fue una lucha muy grande», definió.
«Ahora espero que los compañeros y compañeras como Cacho Sivila, el Diablo Altamirano, Patricia Cabana y obvio la compañera Milagro Sala también puedan lograr su libertad, porque están siendo rehenes del gobierno de Gerardo Morales», planteó.
