Juan Grabois en Jujuy: «Que nuestro querido presidente tome las decisiones que tiene que tomar»

El dirigente social Juan Grabois está en Jujuy para presentar el Plan de Desarrollo Humano Integral, una iniciativa que busca la creación de trabajo y el repoblamiento del país a través del impulso y apoyo a la economía popular. Además de explicar la propuesta, planteó la necesidad de «salir de una posición de resistencia y defensiva para pensar en una proyección del país». Sobre la situación en Jujuy, aseguró que el gobierno provincial «ha logrado construir un estado autoritario extremadamente clientelar y punteril, con una matriz primaria en la economía y cada vez con una tendencia mayor a la narcopolítica».

Entrevistado por José Luis Politi en El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos y del Frente Patria Grande planteó la necesidad de «salir de una posición de resistencia y defensiva para pensar en una proyección del país».

En este sentido, explicó que el Plan que vino a presentar a Jujuy está centrado en dos ejes principales: crear trabajo y poblar la patria. «Esas son las aspiraciones de las dos grandes tradiciones políticas argentinas, la peronista y la liberal de Alberdi, que no era un imbécil como los liberales de hoy sino que tenía un proyecto de país», expresó.

«Poblar la patria es cambiar una matriz de sobreurbanización -precisó-. Argentina es uno de los países más urbanizados del mundo, porque ha expulsado a su población periurbana y rural, y ha convertido a la tierra en un espacio para el desarrollo del agronegocio y las actividades extractivas».

En este contexto, indicó, «repoblar la patria significa recuperar pueblos, la agricultura familiar, la pequeña producción alimentaria, y comprender que los tiempos que se vienen, con pandemias y colapsos de sistemas económicos y ecológicos, es necesario desarrollar una resiliencia, y eso requiere no estar tan hacinados como estamos hoy».

Agregó que este mismo eje implica mejorar las condiciones de los 4500 barrios populares que hay en el país, sin luz, cloacas ni títulos de propiedad, «dotando de servicios y regularizando, con la perspectiva de que las futuras generaciones tengan un lotecito de 400 o 500 metros, para que en un país donde sobra la tierra tener tu casa no sea un privilegio sino un derecho».

Sobre el segundo eje, definió: «Crear trabajo es comprender que el sector privado no va a absorber a la totalidad de la mano de obra. Entonces con una buena gestión podemos recuperar algunos puestos que se perdieron en el macrismo, un millón, un millón y medio».

En este punto, se refirió a Jujuy: «Acá se llenan la boca hablando de inversión, pero es la provincia con más empleo público y donde más cayó el empleo privado».

Frente a este panorama, su propuesta consiste en «desarrollar economías alternativas, como la economía popular, las economías de transición energética y las de cuidado».

Las actividades del dirigente social en Jujuy incluyeron una asamblea con integrantes locales del MTE que se realizó en la mañana de este martes, además de una visita a Fraile Pintado. Para este miércoles está prevista la presentación formal del Plan de Desarrollo Humano Integral, que se realizará en el predio La Mexicana.

‘Que se ponga los pantalones’

La iniciativa se plantea cómo implementar estas acciones; porque, dijo Grabois, «si se dice y se hace mal y de manera no planificada, puede terminar siendo el problema de los planes, del clientelismo, pero si se hace planificadamente es una formidable herramienta de dignificación de la vida de millones de personas».

«La intención es plantear una perspectiva un poco más estratégica que las discusiones tácticas y coyunturales que tenemos, que son necesarias, pero tenemos que salir de una posición de resistencia y defensiva para pensar en una proyección del país», analizó Grabois.

El dirigente remarcó la importancia de «no reproducir la lógica que viene de hace un tiempo, donde la política está subordinada a lo que pasa cada día, a pequeños intereses, factores de poder, salvo cuando aparece un liderazgo despampanante, como fue el de Cristina (Fernández de Kirchner)».

«Pero si no está el vector que ordena, es solo la administración de lo existente, como diría Agustín Tosco, y no la transformación de la realidad», sumó.

En este sentido, Grabois explicó la importancia de la planificación. «Cuando hablamos de planificación, hablamos de los planes quinquenales. En China ya van por el plan quinquenal número 14. Son vivos. Ellos han planificado el desarrollo de su política y su país».

«Para mí y para muchos más, lo que diferencia a un estado popular es la planificación, la capacidad de secuenciar acciones para alcanzar un objetivo de naturaleza social, viviendas, puestos de trabajo, repoblar un país como el nuestro, ver cómo producir y distribuir alimentos. Si no lo planifica la sociedad con el estado, lo hace el mercado; y en general en perjuicio de la gente».

En este punto, se refirió a la situación de la denominada Hidrovía. «En el país del trigo, no se puede comer pan porque hay unos sinvergüenzas que lo acopian. En siglo 19 a los porteños los llamaban ‘la pandilla del barranco’, eso muestra que el contrabando está en el ADN del puerto argentino».

Para el dirigente, «ahora tenemos la oportunidad de revertir eso que se profundizó con la privatización de los puertos, y está en discusión la licitación del troncal del Río de la Plata, por donde sale toda la producción del país, y dejar de tener un puerto bajo el control de las multinacionales en Montevideo, cuyo dragado y baliza está tercerizado en empresas in control».

«Necesitamos que nuestro querido presidente Alberto Fernández se ponga los pantalones largos y tome las decisiones que tiene que tomar», aseveró.

El rol del Estado

Mirando hacia el futuro, Grabois advirtió que «por un tiempo, hasta que alumbre un sistema distinto, va a haber una economía mixta, con un sector de alta rentabilidad y productividad, como pueden ser las industrias tecnológicas, incluso el agronegocio, un sector nacional no competitivo a nivel internacional y el de la economía popular, que no es autosuficiente y requiere de un nivel de redistribución del ingreso, porque no es productivo desde el punto de vista comercial sino que lo es desde el punto de vista social humano y ambiental».

«En todos los países donde hay alguien con dos dedos de frente, eso tiene enorme apoyo del estado», afirmó, y ejemplificó: «En Alemania el 20 por ciento de la población vive en el campo; y todo el trabajo agrario está recontra subsididado. Lo mismo pasa con la economía de cuidado de niños, ancianos y discapacitados».

La pregunta obligada es de dónde salen los recursos para cubrir esos subsidios. «De una explotación razonable y sustentable de los bienes comunes, y de una redistribución razonable de la renta tecnológica», afirmó.

Si bien reconoció algunos avances en este sentido -«Néstor y Cristina hicieron mucho, pero les costó mucho»-, Grabois se refirió a «algunas batallas que están pendientes», y mencionó a los monopolios de las telecomunicaciones, «los envenenadores de glifosato y la patria sojera».

‘Narcopolítica’ y el ‘modelo’ Jujuy

En esta línea, afirmó: «Yo creo que tampoco se encontró un esquema de aprovechamiento sustentable y justo de bienes comunes, como por ejemplo el litio, ya que estamos en la provincia del litio».

«Del litio y del faso -continuó-, porque para hacer aceite de cannabis no necesitás 10 mil hectáreas. Eso es una pantalla. Es la narcopolítica. Al pibe que se fuma un faso lo siguen persiguiendo, y eso es para mantener una mafia».

Advirtió luego que en la producción de cannabis «hay una disputa por un mercado, pero no está con una estrategia estatal, pensada desde lo sanitario o social».

«La narcopolítica es muy jodida. Acá hay gente muy jodida gobernando. No es un tipo que la juega de malo; es malo de verdad. El de Jujuy es un modelo», afirmó.

Grabois analizó: «Hay cosas que han pasado y tuvieron éxito en mantener una mafiosidad judicial muy grande, incentivando el odio y el desprecio contra determinados dirigentes, y consolidaron un estado autoritario donde en cada cosita hay un negocio».

Remarcó más adelante que en Jujuy «la organización de los productores es una maravilla», y adelantó que desde el MTE están por abrir en la provincia una casa comunitaria, similar a las siete que ya existen en la provincia de Buenos Aires, donde viven cerca de un millar de chicos y chicas en situación de consumos.

«Vamos a abrir una acá, si el gobierno nos deja de hostigar. Morales me hostiga. Tiene un problema», agregó.

-Hace un tiempo el gobernador publicó que usted era «un pelotudo importante». 

-Bueno, al menos soy importante. Capaz tiene razón. Para los mafiosos y los vivos, somos todos pelotudos: el pueblo, la gente; si no, ellos no tendrían poder. Y tiene razón, somos un poco pelotudos. Si no, este tipo tendría que estar preso en lugar de decidir quién va preso y quién no. Ese tuit fue porque justo vino la hija de Trump antes del golpe en Bolivia. Yo estoy convencido de la intervención del gobierno nacional y el de la provincia en ese golpe. Pero ese es otro tema. ¿Él puede probar que yo uso a alguien como cliente? Ese el problema de este país, no existe la justicia, cada uno construye su autoridad moral o discursiva para transmitir algo. Nos acusan de clientelismo, de hacer negocios con la pobreza, pero nunca probaron nada. Yo vivo en un barrio bastante humilde, no tengo patrimonio. Pero cuando ellos hicieron la desarticulación de la Red de Organizaciones Sociales, compraron como mercenarios a los tipos más jodidos, los que eran bravos y violentos en serio, y ahora son empleados de ellos y hacen las cosas que ellos decían que hacían los otros. Han logrado construir un estado autoritario extremadamente clientelar y punteril, con una matriz primaria en la economía y cada vez con una tendencia mayor a la narcopolítica.