Este lunes se realiza la segunda audiencia del juicio oral que comenzó el jueves pasado en el que se está juzgando a la dirigente social Milagro Sala, el abogado Alberto Bellido y el empleado judicial Marcos Romero por la supuesta sustracción de un expediente, una causa iniciada en 2009, archivada en 2012 y reactivada en 2018 por el juez Pablo Pullen Llermanos.
La expectativa está puesta en las consecuencias que traerá la escandalosa declaración del testigo José Luis Ruiz, propuesto por la fiscalía, quien relató que funcionarios del Ministerio Público de la Acusación lo presionaron para que involucrara a Alberto Bellido en esta causa, a cambio de lo cual le ofrecían un ascenso laboral.
También por el testimonio del arrepentido Alejandro Mancilla, quien supuestamente sabe del robo del expediente judicial.
En conferencia de prensa, Bellido y uno de sus abogados, Julián Martín Palmieri, adelantaron que van a accionar legalmente contra las personas mencionadas en ese testimonio y que van a llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y también a organismos internacionales.
Para Martín Palmieri, el testimonio de José Luis Ruiz confirmó lo que venían denunciando: que se trata de «un claro armado de causa». Advirtió además la «gravedad institucional» que implica la situación porque «esta persona involucra directamente a funcionarios de alto rango de la provincia, del Ministerio Público de la Acusación y a abogados».
Por otro lado, consideró que el caso demuestra «la falta de seguridad jurídica» que hay en la provincia, «no solamente por el doctor Bellido, a quien le toca pasar este mal momento, sino que todos los ciudadanos estamos expuestos a esta situación».
Bellido, por su parte, dijo que, si bien «venía con la persecución organizada por Pablo Pullen Llermanos», el testimonio de Ruiz lo sorprendió, porque «aparecieron nuevos actores y autores en el entramado de las causas que se arman a las personas que pensamos diferente».
«Es asombroso -agregó-. Nosotros venimos de la época nefasta de la dictadura militar, cuando se hacía desaparecer gente y la mataban. Yo creía que estas prácticas estaban desterradas. Mi papá estuvo un año y ocho meses preso de la dictadura y se murió viendo preso al hijo, con una causa armada, en una democracia nefasta como es la que existe en la provincia de Jujuy».
Más adelante advirtió: «En la audiencia pedí garantías hacia la persona de Jorge Ruiz, porque él manifestó ser indigente y espero que no le pase nada, porque en la audiencia estuvieron todos los funcionarios, y ellos tienen la obligación de denunciar el hecho».
«Espero que el doctor Osinaga lo haga», continuó, en referencia al fiscal, quien ya pidió que se extraigan copias de la declaración de Ruiz y se remitan al fiscal de turno, para que se investigue. De todos modos, Bellido expresó sus dudas «porque el doctor Osinaga es muy amigo de Dávalos y de Campos», las dos personas mencionadas por el testigo como las que intentaron comprarlo.
Repasó luego el camino que siguió la causa que ahora lo tiene como uno de los tres acusados: «Hay un sobreseimiento total y definitivo del año 2012, y la mano nefasta de Pablo Pullen Llermanos fue quien desarchiva, sin haber sido incitado por el órgano acusador que es la Fiscalía. Se procede a hacer una serie de testimoniales y entre esos aparece el otro testigo estrella, el delincuente de David Alejandro ‘Pilo’ Mancilla, que es un empalador».
«Si una persona comete un homicidio, prescribe a los 12 años. Esta causa se inicia en 2009. Han pasado 13 años. Es decir que está recontraprescripta la acción. Pero Lello Sánchez nos persigue, nos proscribe a los que pensamos diferente», agregó.
El de Mancilla será el principal testimonio en la audiencia de este lunes. «Queremos que la sociedad sepa, que vaya a las audiencias el día 22 y el 25, que participen y vean lo que es un engendro jurídico, una causa totalmente armada que perjudica a tres personas», convocó Martín Palmieri.
En tanto, Bellido adelantó que va a solicitar al tribunal que se realice un careo entre él y Mancilla.
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