El gobierno de Jujuy decidió destinar recursos propios para que se habilite el tránsito en el corredor vial Paso de Jama, en el límite con Chile, ya que el sector permanece cortado desde hace más de una semana debido a los derrumbes que hubo en rutas nacionales y que provocaron serios inconvenientes al tráfico internacional, tanto de cargas como de personas.
La provincia asumirá el costo económico, pese a que se trata de una ruta de jurisdicción nacional, por lo que la gestión de Javier Milei debería hacerse cargo.
Este es el escenario donde decenas de camioneros esperan que el gobierno nacional les dé una solución, al menos temporaria, que les permita cruzar a Chile para descargar la mercadería que llevan en sus vehículos.
Sin embargo, algunos de estos choferes extranjeros no saben que la nueva gestión canceló la ayuda a las provincias.
Hace casi 10 días que se encuentra interrumpido el flujo de vehículos hacia el Paso de Jama, que une al país con la nación trasandina.
La ruta nacional 52 (que une Purmamarca con Jama) tiene varios tramos intransitables y además se cayó un puente, lo que hace imposible que los camiones lleguen al acceso fronterizo.
Ante la emergencia, el gobierno de Jujuy logró poner operativas dos viejas rutas provinciales por las cuales se puede llegar al límite entre Argentina y Chile, pero ninguna de las dos es apta para el tránsito pesado. Desde entonces, camioneros de distintas nacionalidades están varados a la vera de la ruta.
Algunos, tras varios días de espera, cayeron en cuenta que es inútil esperar la ayuda del Gobierno nacional para reparar la ruta 52 y decidieron probar suerte en otros pasos fronterizos.
Pero hay una gran cantidad de camiones que permanecen varados, la mayoría de nacionalidad paraguaya, aunque también hay chilenos, brasileros, bolivianos y argentinos.
«Desde que salimos de la frontera y nos instalamos acá ya han pasado 10 días, nadie nos dice nada, tenemos un cónsul acá que ni se acercó a ver qué necesitábamos. No tenemos baños, no tenemos duchas y no sabemos cuándo podremos partir. Tenemos familias que dependen de nosotros, necesitamos una solución», indicó uno de los camioneros de nombre Valeriano y de nacionalidad paraguaya.
Por su parte, otro chofer del mismo país, llamado Robert Ramírez, relató la situación de abandono que padecen por «la inacción de las autoridades de este país, que no han dado ninguna señal de querer reparar el paso internacional».
«Por suerte nos dijeron que hay un camino alternativo y que la gente de Jujuy empezó a trabajar para dejarlo transitable en el menor tiempo posible», indicó.
Según se supo, el gobernador jujeño, Carlos Sadir, les encargó a sus ministros y secretarios que se ejecuten las obras necesarias para rehabilitar el tránsito internacional, disponiendo partidas presupuestarias excepcionales del tesoro provincial.
Ocurre que la ya de por sí desfinanciada Dirección Nacional de Vialidad anunció que tardará más de dos semanas en despejar los caminos, y sólo con arreglos provisorios.
Los funcionarios de Sadir tratan de no hablar de la responsabilidad de la Nación, mientras buscan soluciones inmediatas a los inconvenientes económicos, turísticos y viales que están ocasionando los cortes.