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Jujuy: Milei y Gerardo Morales, un solo corazón

Por Sebastián Copello, dirigente del Polo Obrero. En los últimos días, el gobierno de Milei desistió de un recurso presentado ante la corte que solicita la inconstitucionalidad de la convención constituyente jujeña armada por el ex gobernador Gerardo Morales. El recurso lo había presentado el gobierno anterior de Alberto Fernández, que buscaba utilizar electoralmente el rechazo a la reforma del pueblo jujeño.

La reforma constitucional generó una verdadera rebelión en la provincia con más de un mes de cortes de rutas donde se unificaban los docentes, estatales, las comunidades y el movimiento piquetero.

La nueva constitución, que diversos constitucionalistas la declaran inconstitucional, refuerza la prohibición de la protesta y la persecución a todo aquel que se manifieste, le otorga más poder al gobernador frente a los otros poderes y habilita enormes negociados con las tierras y los recursos naturales semejante a la Ley de Bases.

La reforma se aprobó a escondidas y era tal el repudio que Morales anunció cambios buscando aliviar el rechazo y convocando a votar de nuevo el 20 de junio en el marco de una represión feroz a los miles que rodearon la Legislatura.

Un nuevo verso de Milei

Con el político de la “casta” que más confrontó Milei en su campaña electoral, y también después de asumir, fue Gerardo Morales. La situación jujeña le servía al relato de Milei porque el radical tenía decenas de familiares en el Estado (ahora Milei lo imita) y porque en Jujuy había y hay un claro cercenamiento de libertades democráticas que en la campaña electoral fueron explotadas por La Libertad Avanza. La bronca contra Morales y la rebelión contra la reforma se expresó en un voto masivo a Milei.

Una vez en el poder Milei volvió a la carga contra Morales mostrándose indignado por los presos por tuitear. La cárcel a los tuiteros es inseparable de la nueva constitución que le otorga rango constitucional al Ministerio Público de Acusación, el organismo persecutorio manejado desde el poder Ejecutivo y particularmente desde el celular de Morales.

Si Milei estuviera en contra del cercenamiento de las libertades en Jujuy debería rechazar la nueva constitución trucha de Morales. Sin embargo, todos los insultos a Gerardo Morales se acabaron cuando el gobierno de Jujuy, hoy Sadir, se enfiló detrás de Milei y la Ley de Bases.

En la aprobación de la media sanción en el Congreso, los diputados de Morales (Natalia Sarapura y Jorge Rizzoti) levantaron la mano y una semana después Milei devuelve el favor desistiendo del recurso ante la Corte.

Morales y Milei tienen enormes similitudes en la construcción de un poder personal, en la prohibición del derecho a la protesta, la represión y en la primarización económica como plan de gobierno. En lo que Milei pretendía demostrarse distinto, terminó siendo igual.

En su gobierno todos los funcionarios meten parientes y cobran sueldos millonarios, la misma casta que representan los mismos intereses de los ingenios y el remate en favor de capitales extranjeros.

El único enemigo verdadero de Milei es la clase trabajadora. Por eso finalmente apoya la reforma constitucional de Morales que es absolutamente antiobrera.

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