35 diputados del Frente de Todos durante esta madrugada se abstuvieron o votaron en contra del acuerdo con el FMI, entre ellos el exjefe del bloque Máximo Kirchner, quien rechazó el entendimiento con el organismo internacional de crédito. Mismo camino hizo la diputada por Jujuy, Leila Chaher se sumó a la iniciativa y también votó en contra.
En el documento difundido durante la madrugada del viernes La Cámpora análisis de la actualidad argentina y formuló una fuerte crítica al organismo internacional, al ministro de Economía, Martín Guzmán, y a la deuda contraída durante la administración del ex presidente Mauricio Macri.
Sobre el final de la maratónica sesión en la que se trató el acuerdo -que duró unas 13 horas-, el líder de la agrupación, Máximo Kirchner, bajó al recinto junto a algunos legisladores de su espacio para votar en contra de la iniciativa.
Para muchos, está a decisión que profundizó la fractura interna del Frente de Todos, por lo que todas las miradas ahora están puestas a lo que suceda en el Senado, territorio liderado por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
De esos 35, nueve optaron por la abstención: Lisandro Bormioli, Daniel Gollan, Gustavo González, Itai Hagman, Claudia Ormachea, María Rosa Martínez, Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Jorge Verón.
Los restantes, entre ellos el propio Máximo Kirchner, lo hicieron por la negativa: Constanza Alonso, Cristina Brítez, Nilda Carrizo, Leila Chaher, Marcos Cleri, Gabriela Estévez, Emiliano Estrada, Federico Fagioli, Santiago Igon, Rogelio Iparraguirre, Florencia Lampreabe, Tomás Ledesma, Mónica Macha, Gisela Marziotta, Lucila Masín, Magalí Mastaler, Leopoldo Moreau, Alejandra Obeid, Paula Penacca, Agustina Propato, Rodolfo Tailhade, Marisa Uceda, Lucio Yapor, Carolina Yutrovic y Natalia Zaracho.
Hubo otros legisladores del oficialismo que tampoco acompañaron el dictamen, aunque no adhirieron al documento, como por ejemplo Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, quienes votaron en contra; como también Pablo Carro y Natalia Zabala Chacur, que se abstuvieron.
La vuelta del FMI a la Argentina