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La CGT marcha junto a las CTA y a movimientos sociales, contra la flexibilización y a favor del empleo

La CGT marcha esta tarde a la Plaza de Mayo junto a las dos CTA y movimientos sociales. La protesta –convocada contra la flexibilización laboral, contra la reforma de la edad jubilatoria y en defensa del empleo–, fue decidida en julio, luego de la represión a los trabajadores de PepsiCo. Sin embargo, tras del resultado de las primarias abiertas, un sector de los dirigentes cegetistas intentaron suspenderla; la medida fue finalmente ratificada, aunque en medio de tensiones internas.

En este marco, el presidente Mauricio Macri se dijo desilusionado: señaló que tras la elección del domingo esperaba “una actitud de acompañamiento” de las organizaciones sindicales.

La última marcha de la CGT terminó con incidentes cuando, desde arriba del palco, el triunvirato evitó ponerle fecha al llamado al paro general. Como se recordará, cuando los dirigentes cegetistas se retiraban recibieron abucheos, y un grupo de manifestantes subió al escenario para reclamar otra respuesta frente al ajuste.

La convocatoria de hoy, a diferencia de aquella, tendrá como orador sólo a Juan Carlos Schmid, quien junto a Pablo Moyano reconocen que es necesaria una CGT “con más presencia en la calle”. La intensificación de las medidas –por ejemplo, con el llamado a un paro general– es por ahora un tema incierto. Lo reclaman la Corriente Federal de Trabajadores, las dos CTA y, con consignas propias, los sindicatos y comisiones gremiales de la izquierda, al que pertenecen los trabajadores de PepsiCo. Con excepción de la Corriente Federal, –formada por una treintena de gremios cegetistas, minoritarios en la organización– son sectores ajenos a la central obrera.

“La marcha nos consolida, nos permite tener una sola voz frente al atropello y expresar pacíficamente pero con firmeza lo que pensamos”, dijo ayer Schmid, en vísperas de la marcha.

La CGT llamó a movilizarse a partir de las 15 horas, para confluir a las 17 en el acto frente a la Casa Rosada. Pero en el centro porteño la protesta va a sentirse desde la mañana, porque otros sectores gremiales y sociales se citaron con horarios escalonados.

Los movimientos CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa concentrarán a partir de las 11.00 en el Obelisco, para reclamar además por la implementación plena de la Ley de Emergencia Social y la sanción de la Emergencia Alimentaria. “Hay que discutir un programa de los trabajadores, que ponga el eje en las reivindicaciones y en la lucha política que tendremos que dar”, planteó Esteban Castro, secretario general de CTEP.

La Corriente Federal de los Trabajadores se reunirá a las 14.00 en la intersección de Sarmiento y Reconquista. Sergio Palazzo, titular de la Corriente, reclamó el llamado a un paro nacional “lo más pronto posible”.

Las dos CTA concentrarán a las tres de la tarde frente al Obelisco, en Carlos Pellegrini y Diagonal Norte. “El movimiento sindical va a la plaza para retomar  la lucha rente a la realidad de que cada día crece la pobreza y la desigualdad”, señaló Hugo Yasky. “Preguntarse (como lo hizo Macri) por qué se hace esta marcha es otra muestra del cinismo y la hipocresía de quienes primero nos empujan al hambre y después preguntan por qué les reclamamos”.

Los gremios y comisiones de base conducidos por la izquierda participarán con una columna independiente, que va a reunirse a partir del mediodía en el Congreso, en la carpa de los trabajadores de PepsiCo, con la exigencia de que la CGT llame a “un paro activo que ponga fin a la tregua con el gobierno”. Temprano, a las 7.30 de la mañana, los trabajadores de PepsiCo harán un corte en el Obelisco .

El transporte público funcionará con su frecuencias habituales. En algunos gremios, como La Bancaria, los trabajadores que participen a la marcha harán un cese de tareas a partir de las 13.00 horas.

Las CTA no van a subir al palco. En una reunión que Schmid y Pablo Moyano mantuvieron la semana pasada con Hugo Yasky y Pablo Micheli, los dirigentes acordaron que al inicio del discurso de Schmid haya un fuerte reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. En cuanto a la definición de un paro –o de un plan de acción– conjunto de las tres centrales, el tema quedó pendiente para un futuro encuentro. Desde la CTA estiman que podría realizarse la semana que viene.

Como se sabe, el llamado a un paro hace bastante ruido en la central obrera, donde la unidad parece frágil. Los dirigentes enrolados en los gordos e “independientes”, que tras la elecciones primarias insistieron en la inconveniencia de marchar, –como Héctor Daer (Sanidad), Rodolfo Daer (Alimentación) y Armando Cavalieri (Comercio)–, buscarán que la presencia en la Plaza no lleve las cosas más allá. En ese sentido, Andrés Rodríguez (de UPCN, el sindicato de trabajadores del Estado de mejor relación con el macrismo), rechazó la posibilidad de una huelga. Rodríguez señaló que el Comité Central Confederal determinará los pasos a seguir si el Gobierno no abre un diálogo, pero “sin que eso implique que exista la determinación de un paro”.

Consultado sobre el punto, ayer Schmid coincidió en que las acciones de la central  no dependerán “de una decisión ni mía ni de Pablo Moyano”, sino “de lo que resuelva el Comité Central Confederal que se convocó para septiembre”.

Página|12

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