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La comunidad de la Escuela Hogar reclama: «Devuelvan el lugar tal como estaba»

Un grupo de madres se instaló desde la noche del domingo en la puerta de la Escuela Hogar N° 1 «Monseñor José de la Iglesia» para hacer guardia ante las versiones de que el gobierno de la provincia estaba encarando un desmantelamiento no solo del personal docente y directivo sino también del mobiliario y otras instalaciones. El reclamo es que «devuelvan el lugar tal como estaba».

La alarma se disparó el viernes, cuando las madres y padres se enteraron de que estaban desarmando camas y roperos. «Nos enteramos por los chicos, porque los más grandes filmaron con el celular para que veamos, y para defender su Hogar. Sacaron los roperitos, pusieron todas las camitas juntas», relató a El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Claudia, una de las mamás que permanecen en la puerta del establecimiento.

La presencia policial tensó el clima en la puerta del Hogar Escuela. Oficialmente, los efectivos se apostaron el lugar para «cuidar el ingreso» del personal e impedir que entren personas ajenas. Mientras tanto, las clases se dictan con normalidad, a pesar de que muchos de los niños no asistieron.

«La directora dijo que no van a cerrar, pero que hay otro proyecto. Pero nunca nos dijeron qué es ese proyecto», señaló Claudia. Las versiones dicen que habrá una reducción de dormitorios, para dejar solamente dos, uno para niñas y otro para varones, mientras que la mitad del establecimiento se destinará a otra cosa. «¿Qué va a pasar? Va a haber menos cantidad de niños, el año que viene habrá menos matrícula, cuando los niños son cada vez los más necesitados», cuestionó la mujer.

Las mujeres presentaron sendas notas a la ministra de Educación, Isolda Calsina, y al gobernador Gerardo Morales, para pedir explicaciones sobre cuáles son los planes para el Hogar y también para exigir que no se cierre y se respete por completo el fin para el cual fue construido el edificio. También le llevaron una nota a la directora del establecimiento en la que expresan su preocupación porque la comunidad educativa no fue convocada para opinar sobre los cambios que se están realizando. Evalúan en tanto la posibilidad de iniciar acciones legales para resguardar los derechos de los niños y niñas que asisten al Hogar.

La semana pasada, padres y madres se manifestaron frente al Ministerio de Educación para pedir explicaciones sobre cuáles son los plantes para el Hogar. No los recibieron. Sí entraron los docentes, a quienes les dijeron que tengan paciencia, que van a conservar sus cargos, aunque no les aseguraron que tuvieran continuidad en el Hogar. «Nosotros queremos que vuelvan ellos, porque es importante los vícunlos de nuestros hijos con los docentes y con todos los miembros del Hogar», afirmó Claudia.

De manera inevitable, las madres recordaron el cierre dispuesto en 1990 y la reapertura dos años después. Precisamente uno de los despedidos en los últimos días es el director Sergio Adamek, quien hace 22 años trabaja en el lugar y tuvo un papel protagónico en aquellos años en el reclamo por la reapertura.

Actualmente, asisten unos 180 niños y niñas. El Hogar les ofrece desayuno, almuerzo y cena. Un centenar de ellos se queda a dormir. Todos pertenecen a familias de alta vulnerabilidad.

Ya hubo denuncias de irregularidades como el encierro de niños, cambios en la disposición de los cuartos, reducción de las porciones de alimentos, y problemas en la provisión de medicamentos y en la atención de niños con probnlemas de salur. Para las madres, esto se relaciona con la falta de experiencia del nuevo personal. De hecho, ya se presentaron denuncias por maltrato en la Seccional 1ª, tanto contra docentes como contra la nueva directora, Hilda Barrientos.

Óscar Quipildor, supervisor del Ministerio de Educación, aseguró que los cambios obedecen solo a «una reorganización» y que no está previsto el cierre de la institución. «Se sacaron armarios para darle más espacios, no para reducirlos”, argumentó.

El conflicto comenzó cuando el Ministerio de Educación resolvió apartar del cargo al director Adamek, al vicedirector y a cinco docentes, acusándolos de maltrato hacia los alumnos, lo que generó el rechazo de padres y docentes.

«Los cambios se los pidieron al director Sergio a comienzos de año, pero él presentó la fundamentación de por qué no se podían realizar estas cosas, por la situación de riesgo que corren los niños si se da un hacinamiento», señaló Claudia.

«Pedimos a los diputados y a todos los que se comprometieron a ayudar, que vengan y vean como está el Hogar», convocó.

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