La falta de mérito contra Blaquier y Lemos «llega al cinismo»

La resolución de la Cámara de Casación Penal que dictó la falta de mérito para Carlos Blaquier y Alberto Lemos causó “bastante sorpresa”, afirmó en diálogo con El Submarino el fiscal Pablo Pelazzo, por el tono y por la contradicción, porque confirma que las camionetas del Ingenio Ledesma efectivamente fueron prestadas para los delitos que se cometieron, pero dice que los dos directivos no sabían para qué las estaban prestando. “Respecto del nivel de obviedad de la prueba aportada, es increíble, llegando al cinismo”, aseveró.

La falta de mérito, firmada por los dos vocales de la Sala IV de la Cámara, los magistrados Gustavo Hornos y Eduardo Riggi, se aplica en relación a las dos causas por los delitos de homicidio, provación ilegítima de la libertad y tormentos, en perjuicio de un total de 29 trabajadores en el marco de los operativos de julio de 1976. 

Pelazzo confirmó que ya se está trabajando en la apelación, que será ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que desde el Ministerio Público Fiscal se está analizando hacer lo mismo y que las querellas harán una presentación similar. “Esto no va a quedar en esta situación”, adelantó.

Al explicar el significado real del dictado de la falta de mérito, Pelazzo señaló: “La resolución de alguna forma lo que está planteando es un sobreseimiento encubierto, porque si bien una falta de mérito no pone fin a una investigación, en estas circunstancias sí lo haría”. En este sentido, la resolución de la Cámara impide que la causa tenga alguna novedad desde el punto de vista “que permita conformar los requerimientos que ellos necesitan para acreditar que los imputados conocían para qué prestaban las camionetas”.

“En rigor ‒continuó‒ la falta de mérito es un intermedio entre un sobreseimiento y el estado de procesamiento, o sea que están diciendo que a este momento no hay pruebas suficientes para mantenerlos procesados, pero tampoco se puede cerrar la causa, aunque Blaquier ya no está procesado”.

Respecto del mecanismo de apelación, indicó que los requisitos son bastante estrictos: “Para poder llegar a la Corte tiene que haber una cuestión constitucional o una gravedad institucional suficiente, y en este caso nosotros creemos que sí está acreditado eso”, aunque, admitió, “el hecho de que Casación haya tomado estos procesamientos sin que los imputados estén detenidos ni con prisión domiciliaria es ya una excepcionalidad”.

“Yo retaría a cualquier periodista o abogado que me diga cuándo fue la última vez que Casación falló en alguna causa parecida, o que al menos haya tomado el caso, y van a ver que hace diez años que no ocurre”, advirtió.