El procurador general de la República Rodrigo Janot elevó al Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema de Justicia) su parecer en el que autoriza que Lula asuma como ministro Jefe de la Casa Civil (jefe de Gabinete), cargo para el que juró el 17 de marzo ante la presidenta Dilma Rousseff.
Pero Lula no se desempeñó como Jefe de la Casa Civil pues un día después de ser designado fue «suspendido» por el ministro de la Corte Gilmar Mendes, quien consideró que su nombramiento fue una forma disimulada de dotarlo de fuero privilegiado para eludir al juez Moro.
En su dictamen el fiscal Janot compartió el punto de vista del ministro Méndes sobre el presunto intento de «desvío» del accionar de la Justicia y por ello propuso que Lula continúe bajo la mira del juez Moro.
Pero al mismo tiempo el procurador propuso al Supremo Tribunal que levante la suspensión y permita a Lula ejercer sus funciones de ministro, informó la agencia ANSA.
Lula criticó ayer al juez de primera instancia Moro por considerar que actúa guiado por motivaciones políticas y deseo de notoriedad mediática.
«Me siento ofendido porque un juez debería tener mucha responsabilidad y no confundir aseveraciones personales con cosas públicas, divulgar las cosas como si fueran parte de un circo», señaló Lula durante un encuentro con corresponsales.
Entre tanto, Rousseff reiteró la semana pasada que más allá de la suspensión impuesta por la Corte, su antecesor será parte del gabinete «sí o sí», sea como ministro o como asesor.
Por lo pronto Lula es aguardado en los próximos días en Brasilia, donde mantendrá reuniones con dirigentes políticos y posiblemente participe de un acto en defensa del gobierno que tendrá lugar el próximo jueves.