El grupo armado ilegal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) liberó anoche a un joven tras mantenerlo secuestrado durante casi nueve meses, pero mantiene aún en su poder a un suboficial de policía, por lo que el presidente Horacio Cartes dijo que ahora “la prioridad” estará puesta en la liberación del agente.
Según publicó el diario local ABC Color, el joven liberado cerca del arroyo Ka’agata, en la jurisdicción de Yby Yaú, departamento Concepción, fue amenazado antes de quedar libre para que no revele información ni del lugar en el que estuvo cautivo ni de quiénes fueron sus vigiladores, ni ningún detalle que pueda comprometer a los secuestradores.
Fick estaba en poder del EPP desde el 2 de abril, cuando un grupo de esa guerrilla ocupó su vivienda, en un ataque en el que murieron un militar y dos de los guerrilleros.
La familia de Fick -hacendados de origen brasileño- había cumplido con el pago de 500.000 dólares de rescate y con el reparto de mercaderías por otros 50.000 dólares en zonas de campesinos pobres, como había exigido el EPP.
«Es una gran noticia, sin duda es un paso muy grande hacia la conciliación del Paraguay; hablé con el señor Fick y muy emocionado me expresó su felicidad y la de toda su familia; es un momento que esperábamos ansiosos y pudo darse en una fecha muy especial para todos», dijo el fiscal general Javier Díaz Verón.
Además, Díaz Verón indicó que Fick recibirá asistencia psicológica antes de colaborar con la investigación de Fiscalía. «El Ministerio Público conformó un equipo de médicos y psicólogos para realizar las tareas correspondientes de rigor y acompañar al joven. Hablamos con él y en su momento conversará con los agentes fiscales para seguir con la investigación», dijo Díaz Verón por medio de un comunicado.
Por su lado, el presidente paraguayo celebró la liberación del joven e indicó que su administración seguirá trabajando «hasta que Edelio Morínigo vuelva a su hogar». Morínigo es un suboficial de la Policía Nacional que ya lleva más de 170 días -desde el 5 de julio- en poder del EPP.
«Ahora la prioridad es Edelio», afirmó Cartes respecto del agente Morínigo en su cuenta de la red social Twitter y luego mediante un comunicado. «Vamos a seguir trabajando, con la misma cautela y reserva que son fundamentales para evitar ponerlo en riesgo», expresó.
«Con gran emoción celebramos la liberación de Arlan Fick, una familia más está completa y reunida. Esta noticia nos embarga de alegría pero a la vez continuamos preocupados por Edelio Morínigo, quien sigue privado de su libertad», agregó.
Por otro lado, el presidente paraguayo rechazó «cualquier intento de usar este hecho para sacar algún tipo de rédito político». «Reconocemos que esto es mérito de dios, la Iglesia (católica), la presión de la ciudadanía y la prensa. Nosotros celebramos que Arlan esté de nuevo en familia», señaló Cartes.
Fick declaró hoy a los medios que se encuentra «muy bien» y que compartió su cautiverio con Edelio Morínigo. El joven relató que los secuestradores lo dejaron a la orilla de una ruta, con los ojos vendados, y lo obligaron a caminar hacia adelante, hasta que en un momento le quitaron la venda y desaparecieron.
Horas después de la liberación de Fick, algunas versiones de diarios asunceños señalaban que también el policía sería entregado en las próximas horas, y el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), Ramón Benítez, confirmó esos rumores sobre la base de «informaciones» que manejaba la fuerza.
«Manejamos información de que Edelio probablemente también podría ser liberado; estamos esperando ansiosamente, yo creo y tengo la fe de que también se va dar eso», destacó Benítez.
El militar dio a entender además que si efectivamente quedara libre el policía, la FTC comenzará a operar de otra manera, ya que hasta el momento se buscaba «no poner en riesgo la vida de los secuestrados».
También la esposa del suboficial, Elisa Ledesma, comentó a la radio 730 AM que su marido sería liberado entre la madrugada de este viernes o después de año nuevo, según una fuente que no reveló.
Aunque el EPP se define como una organización política, el gobierno suele considerarla una simple banda criminal, a la que le atribuye 38 asesinatos, entre civiles, militares y policías desde su aparición, en 2008.
Este año sufrió la escisión de un grupo, que ahora actúa bajo el nombre de Agrupación Campesina Armada (ACA).