«Me miró y dio vuelta su carita para que no viera cómo estaba quemada. Después salió del quirófano, dormida, y estuvo un mes sedada. Nunca más pudimos hablar nada con ella, no nos vio más», contó la mujer, quien estuvo con su familia cada uno de esos días, hasta que falleció. «Pido justicia, mi hija dejó a sus dos hijos”, clamó.
Victoria, hermana de Natalia, reflexionó: “Nunca pensé que en la familia iba a pasar algo así; siempre vimos en la tele las marchas en otros lados, pero jamás pensé que nos iba a tocar a nosotros”.
“Mi hermana tenía una vida todavía, no pensé que se nos iba a ir tan pronto, pensábamos que ella iba a salir de esto, lamentablemente no salió”, continuó, y pidió «a todas las mujeres que son maltratadas en sus casas que se separen de ese hombre, que nunca va a cambiar, porque es mentira ese cambio. Uno piensa que un tirón de pelo, una cachetada o cualquier forma de violencia, física o psicológica, y lo justifica de cualquier manera”.
La joven calificó de «aberrante» lo que le ocurrió a su hermana, y volvió a dirigirse a las mujeres: «Pensamos que nos quieren porque nos golpean, pero no es así».
Contó que su hermana jamás le contó a la familia «que ese tipo le tocaba un pelo», aunque recordó que alguna vez había llegado con huellas de haber sido golpeada, pero daba explicaciones elusivas.
“No tengo palabras para el dolor que sentimos- continuó-. No justifico ninguna manera de violencia, ni al hombre, ni a la mujer ni a los niños ni a nadie».
Se manifestó luego satisfecha porque Natalia pudo señalar al culpable de las lesiones que le provocaron la muerte: «Menos mal que dijo que fue él porque la justicia quería esperar a que ella se despertara». García está detenido, imputado por «homicidio agravado por violencia de género».