Tras difundir el dato de inflación de noviembre, el Indec lanzó una calculadora del índice de precios al consumidor (IPC) diseñada para que los usuarios calculen de manera personalizada el impacto de los aumentos en los bienes y servicios que consumen, utilizando los datos relevados por el organismo.
Esta herramienta interactiva busca reflejar cómo la evolución de los precios afecta los consumos individuales, dado que muchas personas sienten que las cifras oficiales de inflación «se calculan en oficinas alejadas de la realidad cotidiana», según indicaron desde el ente.
“Con la calculadora del IPC, se podrá obtener una estimación más precisa de las variaciones en los precios de una canasta de consumo personalizada, comparada con la canasta promedio de todos los hogares utilizada para calcular el IPC nacional”, explicaron.
Cómo funciona
Al publicar los resultados del IPC, el Indec reconoce que algunas personas sienten que los aumentos de precios reportados «no reflejan» los incrementos que perciben al hacer sus compras y pagar sus servicios.
Esto ocurre porque el IPC mide las variaciones promedio de precios en una canasta representativa de todos los hogares, lo que naturalmente puede no coincidir con los patrones de consumo de un hogar específico.
Para abordar esta percepción, el organismo ha desarrollado una herramienta que permite a cada persona calcular cuánto han aumentado los precios de los bienes y servicios que consume, siempre basándose en los datos relevados por el Indec.
“¿Por qué el índice de precios al consumidor (#IPC) no refleja los aumentos de precios de mis consumos?”, solemos escuchar.
Con frecuencia se utiliza el #IPC como sinónimo de lo que cuesta vivir, pero los gastos de las familias pueden variar con el tiempo. Abrimos hilo 👇.
— INDEC Argentina (@INDECArgentina) December 11, 2024
La metodología es sencilla: los usuarios ingresan los gastos realizados en cada categoría de la canasta de consumo durante el último mes. Esto les permite comparar la evolución de sus precios con las cifras oficiales publicadas por la Dirección de Precios de Consumo, obteniendo así una visión más ajustada a su realidad.
Desde el Indec explicaron que el impacto de un aumento de precio varía según los hábitos de consumo de cada hogar, ya que depende de la cantidad consumida en relación con el gasto total.
Las canastas de consumo de los hogares difieren por diversos factores, siendo uno de los principales el nivel de ingresos. Por ejemplo, los hogares de ingresos bajos destinan una mayor proporción de su presupuesto a alimentos, mientras que los de ingresos altos suelen gastar más en servicios.
Por qué varían los datos del IPC
Los hogares de menores ingresos destinan una porción significativamente mayor de su gasto total a alimentos que se usan para preparar las comidas, en contraste con los hogares de ingresos elevados, que tienden a gastar una proporción mayor en restaurantes y comidas fuera del hogar.
La distribución geográfica también influye en las diferencias de consumo.
Los hogares de menores ingresos destinan una proporción limitada de su presupuesto al transporte privado, como la compra o alquiler de vehículos, el combustible y el seguro. Asimismo, su gasto en recreación, ocio y comunicación es relativamente menor, con la excepción de los servicios de telefonía celular.
Al analizar las canastas de consumo por grupos etarios, también se observan marcadas diferencias.
Por ejemplo, un hogar unipersonal compuesto por un estudiante de 25 años asigna mayores recursos a educación, recreación y ocio, comunicación y salidas fuera del hogar. En contraste, un hogar conformado por una pareja de 65 años prioriza el gasto en salud (medicamentos y obra social), alimentos y costos relacionados con la vivienda.
En consecuencia, el IPC representa un promedio de las variaciones de precios de estas y muchas otras canastas, que buscan reflejar el consumo de todos los hogares.