La tragedia familiar se desató en el mes de mayo del 2015, cuando ambos, padre e hijo, estaban tomando bebidas alcohólicas, y tras una fuerte discusión, el joven apuñaló a su progenitor, en 8 oportunidades, en distintas partes del cuerpo. Una de ellas, le perforó el pulmón. El hombre estaba detenido, desde hacía 15 meses.
En medio de la pelea familiar, el padre, lo apuñaló en la pierna izquierda, que dio en la arteria femoral y provocó la muerte de su hijo por hipovolemia, según el Tribunal, actuó en legítima defensa.
La fiscal de la Cámara Mónica Montalvetti había solicitado la pena de 12 años de prisión por considerarlo autor del delito «homicidio preterintencional», contra su hijo, Darío Figueroa (21). Mientras que la defensa, representada por Ricardo Ceballos, solicitó la absolución de su defendido.