La ministra Mazzina visitó a María Ovando en el penal de Posadas y pidió su excarcelación

La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Ayelén Mazzina, visitó en el penal de Posadas en la provincia de Misiones a María Ovando, para expresar su acompañamiento a la mujer detenida de manera injusta hace casi dos años. La funcionaria, además, solicitó que Ovando transite el proceso judicial en libertad y que el Poder Judicial incorpore la perspectiva de género y derechos humanos en el análisis de su caso.

“María Ovando fue juzgada dos veces injustamente por ser mujer, por ser pobre y por no cumplir con el mandato de la maternidad. Vine a Misiones a expresarle mi acompañamiento y a pedir su excarcelación», expresó Mazzina, y agregó: «María no está sola. El movimiento feminista de derechos humanos de Misiones la acompaña; este Ministerio, también».

Por último, dijo que «es urgente y necesario contar con una justicia con perspectiva de género y derechos humanos; por María Ovando y por todas las Marías que hay en nuestro país».

Acompañaron a la ministra Mazzina, Erica Laporte, titular de la Unidad de Gabinete de Asesorxs; la secretaria de Políticas contra la Violencia por Razones de Género, Josefina Kelly Neila, y la directora Nacional de Fortalecimiento del Acceso a la Justicia en Casos de Violencia por Razones de Género, Florencia Sotelo.

Amicus

El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) presentó un nuevo amicus curiae ante la justicia de Misiones pidiendo la excarcelación de  Ovando, ya que enfrenta una prisión preventiva injusta, que va en contra de estándares constitucionales e internacionales en materia de derecho penal, derechos humanos y derechos de las mujeres.

El pedido del MMGyD se funda en varios motivos. En primer lugar, no hay sentencia firme. La prisión preventiva es una medida excepcional y, en este caso, no se cumplen los requisitos para sostenerla porque no hay ningún indicio de que María pueda entorpecer el proceso judicial o fugarse. Ovando siempre estuvo a derecho.

Por otro lado, María está en delicado estado de salud que se agrava a causa del encierro, donde no están dadas las condiciones para que reciba un tratamiento adecuado. Además, se encuentra a más de 200 kilómetros de su casa, alejada de su familia, lo que es una barrera para que pueda estar acompañada, recibir visitas y tratamiento médico.

En virtud de esta situación el MMGyD solicitó como medida alternativa a la excarcelación, la prisión domiciliaria.

En el escrito, también, se recuerda al Poder Judicial la obligación de valorar la prueba y analizar el caso con perspectiva de género en función de los compromisos internacionales asumidos por el Estado Argentino. Esto implica considerar la historia de vulneraciones que sufrió María desde su infancia y a lo largo de su vida que evidencia alarmantes niveles de exclusión y marginalidad.

‘Sistema perverso’

También visitó a María Ovando la directora Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, Gabriela Carpineti, quien solicitó a la justicia de Misiones que se le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria.

La funcionaria hizo el pedido ante el Tribunal Penal de Eldorado, que juzgó a Ovando, argumentando que la mujer «se encuentra atravesando un muy delicado cuadro de salud, el cual surge de los informes del doctor Enrique Stola».

Ya el 23 de febrero de 2021 Ovando había sido liberada con algunas restricciones, hasta que la sentencia dictada en su contra quede firme, por resolución del juez Correccional y de Menores 2 de la Primera Circunscripción Judicial de Misiones, César Raúl Jiménez, quien hizo lugar a un habeas corpus presentado en diciembre del año pasado por Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Un día después, la fiscal María Laura Álvarez apeló la excarcelación otorgada por el juez Jiménez ante la Cámara de Apelaciones y Ovando volvió a la cárcel.

En diálogo con Télam, Carpinetti recordó que se encuentran por resolver varios recursos de apelación a la sentencia dictada por el Tribunal, entre ellos uno que lleva la firma del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.

También, en agosto de este año, la funcionaria nacional encabezó el ofrecimiento al Superior Tribunal de Justicia de Misiones (STJ) de un amicus curiae, con el objeto de que Ovando pueda continuar en su casa de Eldorado el tiempo necesario para definir sus recursos presentados en tiempo y forma.

«En estos días solicité audiencia ante la presidenta del Tribunal y no me la dieron alegando que los recursos aún no fueron resueltos», señaló, y aclaró que «no existe ley que diga que no se puede recibir en audiencia a una parte interesada mientras se resuelve un recurso casatorio».

Ante la demora en resolver los recursos presentados en el caso de María Ovando y la negativa a recibirla en audiencia, Carpineti indicó que «sólo puedo pensar que se trata de un sistema perverso de la justicia de Misiones, que trata de encubrir la pobreza estructural y desvincular de sus hijos a madres en situación de pobreza extrema».

La solicitud de morigerar la detención de Ovando incluye el monitoreo con tobillera electrónica para el control de cumplimiento de la prisión domiciliaria.

En su cuenta de Twitter, Carpineti señaló: «Es inevitable pensar en las similitudes que existen con el caso de Milagro Sala. Dos mujeres privadas de su libertad con el aval de poderes judiciales sin perspectiva de género ni derechos humanos. Esta Navidad el deseo es urgente: basta de mujeres presas injustamente».

Acompañaron a Carpineti en su vista al Penal de Eldorado, el padre Alberto Barros, de Cáritas; Roxana y Alicia Rivas, del equipo misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género; la secretaria académica de la Universidad Nacional de Misiones, Gisela Spaciuk, y Graciela Franzen, secretaria de Derechos Humanos de la CTA.

Historia de una injusticia

Ovando fue juzgada en 2011 bajo el argumento de no haber evitado la muerte de su hija de tres años, fallecida por desnutrición.

Las condiciones de vida de María y su familia de 12 hijas e hijos eran de extrema pobreza; ella no contaba con trabajo formal ni percibía ninguna asistencia del Estado.

Por la muerte de su hija, estuvo presa veinte meses hasta que en noviembre de 2012 fue absuelta por el Tribunal Penal de Eldorado, en Misiones.

Ocho años más tarde, en octubre de 2020, la mujer fue sentenciada a 20 años de prisión por encontrarla culpable de no haber impedido el abuso sexual de dos de sus hijas, en una investigación sin perspectiva de género y en base a pruebas fuertemente cuestionadas. La resolución fue apelada ante el Superior Tribunal de Justicia de la provincia.

Actualmente, se encuentra detenida en el Unidad Penal V del Servicio Penitenciario de la Provincia de Misiones cumpliendo una prisión preventiva sin sentencia firme.

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